Los medios malagueños destacan este viernes en sus informaciones que el hotelero José Carlos Escribano accede a la presidencia de la Cámara de Comercio de Málaga en un entorno de polémica. El diario Málaga Hoy ha titulado sobre el nombramiento: “Polvorín en la Cámara de Comercio”. Otros periódicos usan palabras relacionadas con controversia y similares. Lo curioso del caso es que Escribano es ajeno a un lío del que no es arte ni parte.
Porque se trata de un conflicto entre el anterior presidente de la Cámara malagueña, Sergio Cuberos, y su homónimo de la Confederación Empresarial de Málaga, Javier González de Lara, dos empresarios hasta ahora bien avenidos. Cuberos tenía la intención de continuar y presentó su candidatura. De Lara, sin embargo, no estaba por la labor de apoyar a Cuberos a pesar de que la CEM lo propuso para el anterior mandato y la aparente buena relación entre ambos.
La discrepancia radica en la lista de Cuberos, que no era del agrado de De Lara. Total, que uno y otro rompieron pese haber ido siempre de la mano. Es entonces cuando aparece el nombre del máximo ejecutivo de ML Hotels y expresidente de la Asociación Hotelera de la Costa del Sol. Un empresario apreciado y respetado por el mundo del turismo, los poderes políticos y el sector empresarial. José Carlos Escribano lo hará bien con lío o sin lío porque está capacitado y sabe mandar y templar.
Homónimo quiere decir que tienen el mismo nombre. Si uno se llama Sergio y el otro Javier no son homónimos. Si los dos son presidentes lo que son es homólogos: persona que ejecuta idéntica actividad o tiene la misma posición social que otra.