El presidente de los hoteleros de la Costa Cálida, Luis Cabello, fija el pasado 2022 como el año de la recuperación pese a no haber vuelto a los niveles de 2019 en el turismo internacional. En una entrevista concedida a Preferente, asegura que en sus destinos, la relación entre el sector hotelero y del alquiler es de una competitividad sana, contraria a la vista en otras grandes regiones españolas. De cara al futuro, llama al optimismo pese a las amenazas que aún se ciernen sobre el sector.
Pregunta. ¿Cómo ha transcurrido el año 2022 en términos de turismo? ¿Con que cifras de visitantes se ha cerrado el año respecto a antes de la pandemia?
Respuesta. Hostetur es la asociación de empresarios de hotel y alojamientos turísticos de la Costa Cálida. Dentro de nuestra asociación contamos con alojamientos turísticos en los diferentes municipios de Costa de la Región de Murcia (San Pedro del Pinatar, San Javier, Los Alcázares, La Manga del Mar Menor, Cartagena, La Unión, Mazarrón, Lorca y Águilas).
El año 2022 ha sido un año de recuperación de la normalidad después de 2 años marcados por la pandemia. Las cifras de ocupación se han ido recuperando, aunque con muchas incertidumbres: reservas de última hora y un cambio de tendencia en el tipo de cliente nacional (más escapadas, pero más cortas, mucha rotación). Al igual que en el resto del territorio nacional los beneficios se han visto mermados por las desmesuradas subidas en costes energéticos, combustibles y alimentación. En una encuesta realizada entre nuestros asociados, la valoración en términos de mejor, igual y peor, el resultado fue peor que 2019, no tanto por las cifras de ocupación sino por la baja rentabilidad.
Por último, todavía no hemos podido recuperar parte del turismo internacional por las consecuencias post-pandemia y algunos problemas de infraestructuras que sufrimos en esta Región.
P. ¿Cómo es la relación entre el sector hotelero y el alquiler vacacional en su región? ¿El segundo está provocando los conflictos de convivencia y competencia que se ven en otros destinos nacionales como Baleares o Canarias?
R. La relación del sector hotelero con los alojamientos turísticos reglados es la de una sana competitividad y colaboración. Con la competencia desleal es un grave problema que deben afrontar de una vez por todas las administraciones competentes y evitar que este tipo de actividades ilegales no destruyan al sector. Hay que aumentar el número de inspecciones y el importe de las sanciones para evitar estos fraudes.
P. ¿Qué medidas de apoyo les han otorgado desde los ayuntamientos durante la pandemia y a lo largo de este año?
R. Algunos ayuntamientos, durante estos años, han sacado algún tipo de ayudas, que desde nuestro punto de vista han sido insuficientes. Necesitamos reforzar las conversaciones con los municipios para mejorar los destinos y disponer de entornos limpios, seguros, sostenibles donde los turistas disfruten de su tiempo libre, y se conviertan en los primeros prescriptores del destino. No sólo se debe hablar de turismo en temporada alta, se debería hablar durante todo el año y aumentar los presupuestos en esta materia. El turismo en los municipios de costa es la “industria” que más beneficios y mayor número de puestos de trabajo genera.
P. ¿Cree que los destinos de la costa cálida pueden verse beneficiados y ser un “refugio” para aquellos turistas que huyen de su país por el alza del precio de la energía?
R. Desde hace años es bastante habitual ver un gran número de personas de centro Europa en los municipios de costa disfrutando de los inviernos tan cálidos que disponemos. Esto es una realidad que deberíamos aprovechar, pero debería tenerse preparada una estrategia, incluyendo las ayudas necesarias para mitigar las subidas de costes, para que los alojamientos turísticos puedan abrir durante todo el año.
P. ¿Qué previsiones maneja para el año 2023 en términos turísticos? ¿Se consolidará la recuperación y se volverá a las cifras previas a la pandemia?
R. Llevamos unos años en los que, a nuestro pesar, las previsiones no se cumplen por factores externos, pandemias, guerras, subidas de costes y, por desgracia, la situación del Mar Menor ha afectado mucho al sector. Es importante que se aborde esta anómala circunstancia y se pongan en marcha cuántas medidas sean necesarias para su recuperación.
Dicho esto, las previsiones tienen que ser optimistas, sin dejar de analizar cómo irán evolucionando la economía tanto a nivel nacional como internacional. Será a partir de marzo cuándo tendremos una mayor certeza de como podrá ser la temporada estival, de la cuál todavía tenemos una excesiva dependencia.
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