Costa del Sol: el turismo respira tras las lluvias de Semana Santa

Las constantes lluvias durante las vacaciones de Semana Santa han supuesto un balón de oxígeno para el turismo de la Costa del Sol. Pese al efecto negativo que ha tenido en la ocupación, el sector ha visto cómo las reservas de agua se han incrementado en los últimos días, aliviando la incertidumbre sobre un posible golpe al turismo durante la temporada de verano (Costa del Sol: alerta turística por la sequía y los conflictos internacionales).

Según datos de la red Hidrosur de la Junta de Andalucía recogidos por la Opinión de Málaga, hasta el pasado domingo se han registrado 90 litros por metro cuadrado, con los embalses dejando atrás las cifras de emergencia que llevaron a la imposición de restricciones al consumo (Costa del Sol en 2024: deseo del tren Málaga-Marbella y el reto de la sequía).

Puntos clave de la Costa del Sol como la depuradora de Marbella, Los Reales y el embalse de La Concepción han acumulado 59, 49 y 72,3 litros respectivamente. Asimismo, el Paseo de la Farola y en el pantano del Limonero, en Málaga capital, han embolsado alrededor de 57 litros, alcanzando niveles que llaman a la calma.

Además, Marbella, uno de los puntos turísticos más importantes, seguirá creciendo gracias a las escorrentías. “Se espera que, para dentro de 3 semanas, el volumen embalsado supere los 45 hm3, con lo que se habrá superado el umbral de la situación de emergencia por sequía excepcional. Este volumen será algo superior al del año pasado a finales de abril”, apunta una fuente al Periódico de Marbella.

Así, se espera que “no sea necesario seguir con las restricciones”, confiando en que el verano tenga “normalidad de suministro, y se terminará el presente año hidrológico con un volumen embalsado similar o mejor al del año anterior”.

Como viene publicando Preferente, el llenado de las piscinas durante el periodo estival era uno de los asuntos que más preocupaba a los hoteleros de la Costa del Sol. Muchos de ellos ya se encontraban en busca de alternativas, como el uso de agua salada o el empleo de desalinizadoras. Sin embargo, habrá que ver que recorrido toma este asunto tras las últimas lluvias, y si se alivian las restricciones al consumo.