La incertidumbre por el efecto de la sequía sigue alertando a la Costa del Sol. Los representantes del sector turístico continúan mirando de reojo las limitaciones en Cataluña, y, aunque su situación no es tan alarmante, numerosos actores sí avisan de que, si no se toman las medidas adecuadas, la temporada de verano puede estar en jaque. (Costa del Sol: alerta turística por la sequía y los conflictos internacionales)
Según informa El País, todos los municipios del litoral malagueño ya cuentan restricciones en el consumo de agua, afectando a unas 250.000 personas. Esto pone en duda si serán capaces de poder atender la ingente demanda para el periodo estival, teniendo en cuenta que los turistas son los que más consumen, con una media de 500 litros diarios sólo en hoteles de cinco estrellas, más del triple de la media del ciudadano español (133 litros).
Asimismo, datos de la red Hidrosur revelan que el nivel de los pantanos se encuentra en los 95 hectómetros cúbicos, 35 menos que hace apenas un año por la falta de precipitaciones. Por ello, los hoteleros se están adaptando rápidamente con medidas para reducir la presión de las duchas, eliminar el tapón de las bañeras, e incluso llenar las piscinas con agua salada.
“Quienes vengan tendrán que adaptarse a lo que se encuentren y ser respetuosos con la situación del territorio. Sería una locura que hubiera agua para los turistas y no para la población local”, ha apuntado el decano de la facultad de Turismo de la Universidad de Málaga, Antonio Guevara.
Mientras tanto, desde el sector piden calma. Recientemente, el presidente de la patronal Aehcos, José Luque, aseguró que “el verano será de normalidad”, y que “no va a faltar agua para las personas”. Comparte postura con el consejero de turismo de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal, que también señaló que “no va a haber problemas”. (Andalucía calma al turista: “No va a faltar agua en verano”)
Sin embargo, si no llegan soluciones urgentes, pueden entrar en el mismo escenario que Cataluña, donde continúan en fase I de emergencia, con límites en los consumos a 200 litros para cerca de seis millones de personas, y con los embalses de las cuencas internas en el mínimo histórico. (“No podemos dar la imagen al mundo de los hoteles con piscinas vacías”)
En este caso, los hoteleros también expresan que la principal preocupación son las piscinas y la imagen que pueden dar al exterior si no son capaces de llenarlas. Por ello, según informa La Vanguardia, la dirección general de Turisme está planeando el reparto de subvenciones para adecuar sus piscinas al uso de agua desalinizada, ya que no se puede conectar a la red de alcantarillado porque la sal podría dañarla.
Con todo ello, los representantes turísticos de ambas Comunidades siguen pendientes de la evolución de este problema. Aún quedan cerca de cinco meses para la llegada de la temporada alta estival, pero ya son muchos los clientes que empiezan a trasladar a los hoteleros su inquietud.
Hay que invertir en desaladoras. No quedará otra opción por los efectos del cambio climático.
DESALADORAS y ENERGIA SOLAR
PNH y no destruir ni un pantano más.No hay voluntad por parte del gobierno de poner soluciones.El tema va por cargarse la agricultura ,ganadería y turismo.
PHN no destruir ni un pantano más.No hay voluntad por parte del gobierno de poner soluciones.El tema va por cargarse la agricultura ,ganadería y turismo.
Hay que ser más cuidadoso con el medio ambiente y acaso reducir turismo pues no estamos para derrochar agua.
Pongo por ejemplo los campos de golf que hay en la Costa del Sol, no echemos la culpa solo al agua que se consume con las piscinas.
Actuemos pensando en lo que tenemos y procurar cuidarlo.
Tarde o temprano nos daremos cuenta de lo que tenemos y si no ponemos freno lo perderemos y ya será tarde para recuperarlo