Desde hace meses, los empresarios turísticos baleares quieren comprar vacunas, como se ha hecho en otras partes del mundo para salvar decenas de miles de empleos que requieren de inmunización urgente para recibir a viajeros cuanto antes. Hace pocos días, un ejecutivo autonómico socialista como el valenciano ha permitido que las empresas puedan hacerlo, pero en Baleares, también presidida por el PSOE, se les ha bloqueado esta posibilidad de ayudar a su sociedad, sumando esfuerzos el sector público y el privado (Baleares, en la cola en vacunación, rechaza la ayuda de los hoteleros).
En la mayoría de territorios los gobernantes han entendido que una emergencia sanitaria sin precedentes requiere de aceptar todas las ayudas posibles para acelerar la salvación de vidas y la recuperación económica. El motivo es que un momento tan excepcional hace necesario reunir a todas las manos disponibles para remar unidos hacia el objetivo compartido. No obstante, el gobierno balear ha manifestado su deseo de actuar de manera opuesta.
Esta decisión de bloquear ayudas privadas para acelerar el proceso de vacunación, precisamente donde menor porcentaje hay inmunizado de España y donde menos dosis administradas hay respecto a las recibidas, ha sorprendido entre amplias capas sociales, ante la opción elegida de la disyuntiva entre ideología y humanidad, incluso ante la peor crisis en varias generaciones (Baleares, sin turistas británicos, guarda 140.000 vacunas en el congelador).
La sorpresa también se basa en que ninguna otra autonomía como la balear se ha visto más golpeada en su economía por esta crisis, y ninguna tiene más urgencia en reactivarse ya que el grueso de ingresos anuales se concentra en los cuatro meses que abarcan de junio a septiembre. Precisamente, esta estacionalidad ha sido el argumento con el que el gobierno balear ha justificado someter a su población a las restricciones más duras, aún cuando era la de menor tasa de contagiados.
La lenta recuperación del mercado alemán y sobre todo la exclusión de Baleares de un corredor seguro desde el Reino Unido ha dejado en balde todo el sacrificio social impuesto por las autoridades baleares, puesto que el resto de regiones donde las restricciones han sido más blandas se encuentran en una misma apertura desde los principales emisores europeos (Gran Bretaña desconfía de Baleares por estar en la cola en vacunación).
Los habitantes de ninguna autonomía han sufrido más que los baleares, especialmente los hosteleros a quienes se les ha arruinado y al resto de la población a quienes se les ha prohibido durante muchas semanas ni pasear con quien no fuera conviviente. Y todo este sufrimiento se justificaba en que habría una recompensa en forma de salvar la temporada turística, lo que ya será imposible con independencia de que a principios de julio se reactive la llegada de británicos. Así, todo el sacrificio social impuesto sin precedentes no habrá servido para apenas nada.
Las familias turísticas de las islas han querido ayudar a su sociedad, sugiriendo replicar las medidas que tomaban destinos competidores como dar prioridad a trabajadores del sector en la vacunación. También se han mostrado en contra de restricciones tan duras y tanto tiempo, porque espantaban el atractivo para que el viajero disfrutase del destino. Pero las autoridades del archipiélago, encabezadas por Francina Armengol, han insistido en obviar cualquier ayuda externa.
El empresariado turístico balear ha estado en desacuerdo con sus gobernantes en que para salvar la temporada fueran necesarias las restricciones más duras de España cuando se tenían la menor incidencia de contagios, sino que lo que sí era de suma ayuda, además de que ahorraba un sufrimiento mayúsculo al bolsillo de la gente y a su salud mental, era acelerar la vacunación, que es realmente lo que valoran los grandes mercados emisores.
Pero el desconcierto, por tanto, ha llegado al máximo cuando el sector privado ha ofrecido ahorrar dinero a la caja común con vacunación que acelere el proceso, y el ejecutivo regional se ha negado, reservándose así el monopolio de la inmunización, y evitando también que las familias turísticas aparezcan como salvadoras de la sociedad (El gobierno balear celebra el derrumbe turístico: “Son buenas noticias que no vuelvan las cifras de 2019”).
Los empresarios del sector han querido aportar de su bolsillo para contribuir al resurgir de los proyectos de vida de su sociedad, pues les era difícil concebir que unos gobernantes cuyos orígenes vienen de ideologías izquierdistas como el independentismo catalán, el marxismo y el comunismo pudieran por humanidad bloquearles la ayuda a la gente, en un momento tan histórico como el actual en el que todos los apoyos son pocos.
Así, un nuevo capítulo se ha escrito en la gestión política del anhelado resurgir económico y normalidad sanitaria, cuando las autoridades regionales han rechazado que el mundo privado haya querido sumar fuerzas para juntos socorrer a sus ciudadanos, convirtiendo a Baleares por tanto uno de los casi únicos casos del mundo donde una decisión de esta naturaleza se ha producido.
Y esta medida, asimismo, ha coincidido también con una intensificación en los pasados meses de que los gobernantes de las islas resalten exclusivamente los aspectos más nocivos del turismo como la masificación auspiciada por Airbnb, y obvien los beneficiosos para la estabilidad social y para el sostenimiento de los servicios públicos, ni aún por sensibilidad con el grueso de trabajadores que siempre han subsistido y han salido adelante gracias al sector (Los gobernantes turismofóbicos callan sobre el causante de la masificación).
Siempre voté a la izquierda pensando que eran los más humanos y sensibles. No volveré a hacerlo nunca más.
Como buen ser humano, a base de hostias se aprende , la pena es que para según quien ya eres un fascista
Alexia, entonces tú eres la culpable (votando lo que votas) de que YO no tenga trabajo….. La próxima vez quédate en casa maja!
Vaya por dios! Espabila que lo de la culpa siempre la tienen los demás dura muy poco.
Mira, he ido el suficiente número de veces a Isla Margarita (Venezuela) para saber que pensando y votando como lo hacéis tú y Alexia cualquier paraíso se convierte en un mojon y la gente termina sin trabajo…..
si estimas que no tienes trabajo porque hay gente que vota a la izquierda, a lo mejor es que no te mereces ese trabajo
En efecto, Armengol es la de ERC, Yllanes el comunista, y Negueruela el marxista
IMPOSIBLE que jamás nadie nos haya hecho tanto daño a todos los mallorquines como esta enferma del catalán
Armengol disfruta de someternos, de tenernos controlados, de obligarnos a hablar catalán, de encerrarnos, de arruinarnos para que todo el mundo dependa de ella. Por eso hace quebrar a los bares, prohibe que los hoteleros vacunen, ataca al sector del que vivimos toda la isla, y nos ha hundido y destrozado para nada.
A estos políticos sí que había que mandarlos a un ERTE (a ser posible en la cárcel)
NO PODEMOS ENTENDER ESTA SIN RAZON PERMANENTE
CADA SEMANA QUE PASA ESTA SEÑORA NOS PONE UN CLAVO MAS EN EL ATAUD
todo está muy difícil, y este govern no ha hecho más que empeorarlo aun más