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Decadencia de la burguesía hotelera mallorquina

Los altos mandatarios de los países turísticos emergentes viajaban a la isla para captarlos como inversores
Siguen siendo poderosos e internacionales, pero han dejado de mover los hilos

Carlos Prieto ha publicado un informe exhaustivo sobre la decadencia de la burguesía en Andalucía, Cataluña y País Vasco. El periodista habla de muerte más que de decadencia en su magnífico y documentado estudio que pueden leer en El Confidencial. De aquella clase empresarial y de apellidos ilustres que dominaban las regiones periféricas españolas apenas quedan unos pocos apellidos.

Madrid, en efecto, le ha arrebatado el power empresarial a los ricachones del Sur, del Norte y de la entonces llamada periferia ilustrada: Cataluña. Entre la política, el desarrollo tecnológico y los cambios sociales lo cierto es que la capital del Reino aglutina a la flor y nata de la clase dominante.

El informe se centra en los apellidos rimbombantes venidos a menos en dinero y poder de Andalucía, del País Vasco y de Cataluña, cimentada en la industria y el comercio de hace más de 100 años. Pero no menciona nada acerca de la clase adinerada nacida al calor del turismo y que en Baleares alcanzó su máximo esplendor. Un gremio que tuvo su epicentro esencialmente en el negocio hotelero y que situó a sus empresarios más destacados en lo más alto del Gotha español.

En Baleares, básicamente en Mallorca (los ibicencos Matutes y Alonso Mari son una excepción), el negocio turístico llevó a la cima a las familias Escarrer, Fluxá, Barceló y Riu y a otros venidos de la Península como Piñero y Carrillo. Mención aparte merece el catalán de Blanes Miguel Codola, quien tuvo el mérito de ser el líder de todos ellos sin contar con tantos hoteles y poderío económico como los citados. Una clase hotelera que hacía y deshacía en Baleares (para bien si comparamos los PIBs de entonces con los de ahora).

La burguesía hotelera, vigorosa entre los 80 y principios de 2000, fue vista con recelo por los miembros de la aristocracia isleña, poco emprendedora y reacia al turismo. El poder le sobrevino sin buscarlo, cuando las circunstancias le llevaron a influir en la sociedad balear: huelgas, crisis, gobiernos radicales… Una autoridad fáctica que les llevó a decidir el nombramiento del primer consejero de Turismo de la Comunidad.

Con la internalización de las cadenas de Baleares, a partir de mediados de los 80, un puñado de hoteleros se hicieron aún más fuertes de lo que eran. Es entonces cuando se les empiezan a llamar “los grandes”. Se trata de Escarrer, Fluxá, Barceló, Riu, Matutes, Piñero…Hasta tal punto tenían “power “que los altos mandatarios de los países turísticos emergentes viajaban a Mallorca para captarlos como inversores.

La mayor prueba de influencia de la clase hotelera de Baleares tuvo lugar cuando se enfrentó al primer Ejecutivo del socialista Antich (1999), que presidía un gobierno integrado por una amalgama de organizaciones políticas de izquierdas en coalición con un partido más mercantilista que regionalista, Unió Mallorquina. Un pulso que los hoteleros y el mundo del turismo acabó ganando por la ecotasa y por la línea errática y antiturística de sus gobernantes.

A partir de aquella victoria (2003) la burguesía hotelera mallorquina se fue difuminando como clase dominante entre el miedo a una sociedad que los envidiaba, una notable desunión, el gen manfutista isleño, los medios beligerantes y la avanzada edad de los pioneros. Siguen siendo poderosos e internacionales, pero han dejado de mover los hilos. Desgraciada o afortunadamente.

 


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    3 Comments
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    Cuenca
    2 años

    Gran artículo !!👏👏

    uno que cree saber......un poco
    2 años

    PUES,......DEBERÍAN SEGUIR HACIÉNDOLO.NOS IBA MUCHO MEJOR.O NO?

    Balkanisation
    2 años

    Normal, esa generación ya pasó, ahora son sus hijos que se sientan encima de los millones y no tienen que hacer absolutamente nada. Los que se hacen ricos en Baleares son los extranjeros, miren las empresas y negocios que triunfan: desde immobiliarias, restaurantes, hoteles… todo lo que se abre hoy en día, lo abren extranjeros!

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