En la primera línea de Llanes, Asturias, hasta el jueves pasado había un hotel, el Kaype, de nueva construcción. Hoy, lunes, ya no queda prácticamente nada. Para el fin de semana que viene no habrá indicios. El hotel, construido con las debidas licencias municipales, ha sido derribado porque una sentencia judicial anuló las mismas y devolvió el edificio a la ilegalidad.
Lo más peculiar del caso es que no hay culpables del desaguisado. De hecho, salvo el arquitecto municipal de Llanes, nadie está siendo investigado.
La rocambolesca historia empieza cuando en diciembre de 2012 el ayuntamiento otorga a Carrera y Pérez, la empresa promotora, un permiso para agrupar fincas, seguido tres meses después de la licencia de obras para ampliar el hotel.
Un particular, que evidentemente tenía información relevante, presentó una denuncia que acabó en Oviedo, donde finalmente se acordó ilegalizar el hotel y obligar a que todo vuelva a su estado original. Así que este jueves a las 9 de la mañana empezaron los trabajos. Está previsto que en julio acaben los trabajos y la playa recupere algo de su normalidad.
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