Meliá Hotels International ha vuelto con fuerza y vive días de gloria en el Caribe, donde además de sumar dos nuevos hoteles en destinos en los que hasta ahora no tenía presencia, Bahamas y Jamaica, conserva la gestión de otro emblemático establecimiento, el ME Cancún.
En el sector turístico y entre los expertos hoteleros no han pasado desapercibidas las últimas incorporaciones de Meliá, pues es aplaudido que en un momento en el que escasean los activos hoteleros disponibles en el área vacacional, con muchas cadenas en pugna por ellos, sea una sola hotelera, en este caso Meliá, la que se lleve el gato al agua en los diversos establecimientos en el mercado, y eso pese a no contar con un grupo emisor detrás como otras competidoras.
Sin embargo, su experiencia en el Caribe unido a su reputación como gestora y el posicionamiento de marca han decantado la balanza a su favor en sus últimas operaciones como así reconoció el ministro de Turismo de Jamaica, Wykeham McNeil, tras firmar el contrato por el que se encargaba la gestión del Braco Village Hotel & Spa, en Braco, Montego Bay, a la hotelera mallorquina.
Siete días antes de anunciar el desembarco en Jamaica, Meliá conseguía imponerse en la puja por el resort Nassau Beach de las Islas Bahamas a la cadena AMResorts. Así, el complejo, el primer todo incluido del proyecto Baha Mar, reabrirá en 2014 bajo el nombre Melia at Baha Mar tras someterse a una renovación. El próximo 1 de diciembre, la cadena mallorquina asumirá ya la gestión del establecimiento, que se comercializará como Meliá Nassau Beach Resort.
Esta no es la única batalla que Meliá le ha ganado a la hotelera dirigida por Álex Zozaya. Hace solo unas semanas la cadena de los Escarrer conseguía conservar la gestión del ME Cancún pese a que los propietarios del mismo habían llegado a un acuerdo con AMResorts para que estos operaran el hotel a partir de 2014.
Y mientras en el Caribe se impone a sus competidores, en España Meliá suma una nueva victoria en el terreno judicial por el caso del hotel Bahía del Duque, cuyos propietarios –la familia Zamorano- deberán pagarle casi 4,4 millones de euros por haberles excluido de la gestión de los proyectos desarrollados por Inversiones Turísticas Casas Bellas.
Por otro lado, el próximo año la cadena contará con dos establecimientos de la marca ME en Baleares, el Beach House de Magaluf que reabrirá tras una reforma convertido en el ME Mallorca y el ME Ibiza, para el que la hotelera se ha aliado con el los millonarios hermanos Livingstone, dueños de la inmobiliaria London & Regional.
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