El Ayuntamiento de Madrid ha visitado las obras del Edificio España y asegura que "las pequeñas modificaciones que se han efectuado respecto a lo previsto en el proyecto de consolidación inicial han ido en aras de mayor seguridad en la ejecución de las obras", según informa El Confidencial.
La contratista Ortiz, subrayan, es una "empresa con mucha experiencia en obras de rehabilitación y es una de las contratadas por el ayuntamiento para el control de la edificación en mal estado". "Las pequeñas modificaciones en la actuación de consolidación estructural y el mantenimiento de las dos hojas de la fachada se han sometido a dictamen por la CPPHAN (Comisión Para la Protección del Patrimonio), que ha sido favorable", insisten desde el consistorio, que califica de "muy irresponsable denunciar un problema de seguridad estructural".
"Desde el punto de vista municipal, no existe ninguna razón para paralizar las obras, que se corresponden a las autorizadas en las licencias concedidas", concluyen (Riu rechaza paralizar las obras del Edificio España: “Tiene todas las garantías”).
El Ayuntamiento de Madrid asegura que la seguridad estructural de las obras corresponde a los arquitectos autores del proyecto y a la dirección facultativa y a pesar de ello han mantenido reuniones con los arquitectos y con la hotelera mallorquina, según la información de El Confidencial. "Nos han dado las explicaciones respecto a las discrepancias en la ejecución de las obras, que en ningún momento y por ninguna de las dos partes se ha manifestado que respondan a ningún problema de seguridad estructural en el edificio, y hemos visitado la obra para ver la ejecución 'in situ", añaden desde el ayuntamiento (Riu responde a Baraka: pedirá daños y perjuicios si las obras se ven afectadas).
El grupo hotelero RIU y el 'holding' Baraka, liderado por el empresario Trinitario Casanova, han entrado en una guerra abierta a cuenta del emblemático Edificio España de Madrid. A través de un duro comunicado, Baraka reclamó al Ayuntamiento de Madrid y a la Justicia que paralizara las obras de reforma del inmueble que está acometiendo RIU para transformar la construcción en una edificación moderna con amplias zonas comerciales y un hotel que pretende convertirse en la punta de lanza del conglomerado.
Argumentó que el dueño se niega a ejecutar "todas las obras de refuerzo y consolidación estructural" necesarias para adecuar la edificación a la normativa vigente, una decisión que a juicio de Baraka "podría poner en peligro la estabilidad" del inmueble (Baraka denuncia a Riu y pide frenar sus obras en Madrid).
Baraka tachó de insuficientes las labores de refuerzo de las estructuras y anunció que interpondría una nueva demanda contra RIU, la segunda después de que denunciara en agosto al grupo hotelero por rechazar la oferta de Casanova por la superficie comercial, una operación que según el demandante estaba pactada. La relación entre el grupo hotelero mallorquín y el empresario murciano se remonta a junio de 2017, cuando este actuó de intermediario en la venta del Edificio España por parte de Wanda a Riu (El origen del enfado de Baraka: 15.000 metros cuadrados que Riu cederá a otro) (El empresario que vendió el Edificio España a Riu se hace un chalet de 12 millones).
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