El Bahía del Duque sigue pescando directivos en los caladeros de Meliá

La propiedad del Bahía del Duque anunció recientemente el fichaje de Saad Azzam como nuevo director general del que fuera uno de los mejores hoteles de España y uno de los más emblemáticos de los de ‘sol y playa’ de Europa. Azzam ha estado hasta ahora desempeñando el puesto de máxima responsabilidad del no menos afamado Meliá Don Pepe y sustituye a Santiago Cabré, quien también ocupó el mismo cargo en el hotel marbellí de los Escarrer.

Los Zamorano, por tanto, vuelven a apostar por ejecutivos de la cadena Meliá para dirigir su hotel del Sur de Tenerife. No se sabe si lo hacen porque consideran que en la hotelera de los Escarrer se hallan los mejores directivos del mercado o si lo hacen para fastidiar a los decanos de la hotelería española, con los que mantienen varios pleitos en los juzgados tinerfeños. O por las dos cosas a la vez. Pero ya es casualidad que sus últimos fichajes provengan de Meliá.

De Meliá y para más inri del Don Pepe marbellí. Es más, si nos remontamos en el tiempo, antes de que se incorporara Santiago Cabré en noviembre de 2008, ya había estado al frente del establecimiento de gran lujo otro ejecutivo formado en Meliá y con alta responsabilidad en dirección de hoteles como fue Francisco Alcaraz y Zaragoza. Este provenía del Meliá Princesa, aun cuando su contratación no la hicieron los Zamoranos sino los anteriores y exitosos gestores.

Saad Azzam es uno de los más destacados directores de hotel de nuestro país, como lo ha sido Cabré, pero tiene ante sí la dura tarea de compaginar su trabajo con una propiedad integrada por una compleja familia como son los Zamorano. Y no sólo el máximo responsable del día a día, Francisco Javier, sino que también el resto de las hermanas que permanecen al frente de la sociedad, con la excepción de Rosa, quien fuera alma mater del hotel con su marido Enrique Hernandis.