El boom de la energía eólica está atrayendo a inversores hoteleros como la familia Fluxá, dueña de Iberostar, o Azora, el segundo mayor fondo hotelero español tras Blackstone con su filial Hipartners (HIP), a la que en 2018 le vendió su socimi Hispania.
Azora pretende pasar de sumar una capacidad de 120 megavatios (MW) a sumar otros 850 MW con proyectos y desarrollos en marcha, de igual modo que buscan posicionarse en el sector otros grandes inversores institucionales o empresarios independientes de las grandes eléctricas, ante las grandes expectativas generadas.
España, según Expansión, ha establecido un objetivo en su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) con el que pretende alcanzar 50.000 megavatios de potencia eólica instalada para el año 2030, lo que supondría la instalación de 2.300 megavatios anuales durante la próxima década (Globalia invierte 400 millones en un proyecto de energía solar).
La familia Fluxá participa en la gestora Q-Energy, junto a otras grandes fortunas como, una rama de la familia Benjumea, la familia Riberas (Gestamp), Gallardo (grupo Almirall) y Torreal (Abelló) (La familia Fluxá participa en un negocio de venta de electricidad).
Otros inversores buscando crecer en este negocio son Prodiel, controlado por Angel Haro, presidente del Betis, y por el grupo Made-Easy, vinculado a la familia Godia, que acaba de cerrar una operación de más de 700 millones con la gestora Everwood, así como Capital Energy, de la familia Buezas, que controla una de las mayores carteras de proyectos en España.
La familia Fluxá también participó anteriormente en otros proyectos como Clickair, o en la constructora ACS que lidera Florentino Pérez, también presidente del Real Madrid, mientras Sabina Fluxá es miembro del consejo de administración de Telefónica.
Si D.Miguel se mete hay pasta segura,es un lince para los negocios y una bellísima persona
Don Miquel tiene ojo clínico. Un honor trabajar para él.
Don Miguel no hace nada a ciegas un gustazo trabajar para el