El convenio hostelero desata la guerra sindical en Baleares

Las batallas internas de los sindicatos han sido siempre temas vedados porque ellos lavan sus trapos sucios en casa. Pero esta vez el convenio de hostelería de Baleares ha provocado una severa crisis, detectable por el lenguaje y las reacciones (CCOO, contra el convenio de hostelería de Baleares).

En primer lugar, el propio conseller de Turismo, Iago Negueruela, jamás dispuesto a rectificar y menos en público, ha pedido disculpas a Comisiones Obreras diciendo que no se habían cuidado las formas. Segundo porque Comisiones ha dado por rota la unidad de acción con UGT en Baleares, tras décadas de actuación coordinada. Y tercero, por el contenido de los mensajes públicos.

Silvia Montesano, la secretaría de hostelería de Comisiones, ha avisado que sólo se reconducirá la crisis si se vuelve a la mesa de negociación, dejando en el ridículo al conseller de Turismo, que vendió el éxito del acuerdo.

Comisiones afirma que con el acuerdo de hostelería de Baleares “ha quedado acreditado que la UGT es la muleta del PSOE como ha sido siempre. CCOO no comparte en absoluto esta forma de hacer sindicalismo y a la clase trabajadora le iría mucho mejor si los partidos políticos se dedicaran a hacer política y los sindicatos a hacer sindicalismo”.

Según Comisiones “a nivel estatal, en Comisiones echan humo y no hay que olvidar que somos el sindicato mayoritario en el conjunto de España”.

El conflicto parece ir contra UGT, pero en realidad va contra el conjunto de la relación entre patronal, Govern (fundamentalmente el conseller de Turismo) y la UGT, cuya mezcla de intereses es tal que resulta difícil donde empieza la acción política y donde la negociación social.