Baleares lidera el crecimiento del empleo turístico en España. Los números aumentaron en el conjunto del territorio, pero las cifras del archipiélago fueron asombrosas, con unos 70.000 afiliados más a la Seguridad Social en el mes de abril respecto al año pasado, 125.279 en total, según los últimos datos difundidos por el Gobierno. (Paradoja: el turismo no encuentra trabajadores pese al alto paro)
Andalucía es la única Comunidad autónoma que pudo superarla, con casi 78.000 empleados más, aunque, en proporción, el incremento interanual es mucho menor. Mientras que en Baleares se disparó la contratación un 125%, en los destinos andaluces fue de un 33,6%, y en la media nacional un 25%, cinco veces menos.
Esta fuerte mejoría ha provocado que la mano de obra se sitúe por encima de las cifras previas a la pandemia. Los datos de Turespaña revelan que el sector turístico insular contó con 1.352 trabajadores más que en 2019, cuando sumaron 123.927. Es cierto que el crecimiento es apenas de un 1%, pero se espera que mejore durante la temporada de verano.
La hostelería ha sido el principal motor de este incremento, con 357.342 afiliados más en el conjunto del territorio nacional. En las agencias de viajes hubo un aumento de 4.567 trabajadores, y en actividades turísticas de 104.069 afiliados.
Esta apuesta del sector balear por la contratación llega en un momento en el que la calidad del turismo en sus destinos se está poniendo en duda, generando una oleada de turismo fobia. El archienemigo turismo de excesos y sus medidas para paliarlo están poniendo al archipiélago en el ojo de las críticas en las últimas semanas. (Oleada de turismofobia tras dos años hibernando)
El empleo no lo es todo. Hay otras cosas a tener en cuenta, como por ejemplo la calidad de vida de los ciudadanos de Baleares. Este turismo desaforado, que ha entrado en las ciudades y pueblos a saco gracias al alquiler vacacional lo que está destrozando todo. Si a eso unimos el turismo inglés y alemán de jóvenes que vienen a destrozarlo todo, a gritar y a emborracharse, el panorama ya es desolador. Se están cargando las islas a marchas forzadas.
Estoy de acuerdo con usted en cuanto al alquiler vacacional: es un despropósito que en una misma zona haya gente que solo quiere pasárselo bien (juergas, ruido, fiesta hasta tarde...) con los residentes de la zona que NECESITAN dormir 8 horas para poder trabajar al día siguiente. Porque, a diferencia de los hoteles, que además de conserjes suelen tener personal de seguridad ¿quién se encarga de poner orden en las viviendas particulares alquiladas vía airbnb o similar cuándo hay desmadres?