El ministro de Consumo, Alberto Garzón, que ganó celebridad entre el sector turístico por sus desprecio a la industria en el peor momento de su historia, al destacar solo de ella que es de bajo valor añadido, precario y estacional, ha presumido literalmente en una entrevista de ser comunista incluso antes que de izquierdas.
En declaraciones a Eldiario, el ministro se declara partidario de un sistema político totalitario como es el comunismo en lugar de otro demócrata, lo que supone un caso sin precedentes en los últimos tiempos entre los gobiernos de las grandes potencias europeas y del mundo desarrollado (Un ministro desprecia la importancia del turismo: “Es un sector de bajo valor añadido”).
Alberto Garzón suma estas declaraciones a las polémicas vertidas sobre el turismo, que es el primer empleador del país y cuyos trabajadores viven estos días su situación más dramática.
Ahora, el ministro azote de la industria, que obvió las bondades del turismo, no tiene reparos en presumir abiertamente de una ideología totalitaria cuya falta de libertades en la historia ha costado millones de vidas por represión y por hambre.
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