Las viviendas de uso turístico continúan comiendo terreno al alojamiento hotelero en España. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que, en el mes de febrero, un 14% de los turistas internacionales que visitaron nuestro país hicieron uso del alquiler vacacional para su estancia (El modelo Airbnb sigue creciendo sin control en España).
La distancia con respecto a los que eligieron un hotel sigue siendo muy amplia (3,1 millones vs. 701.410), pero llama la atención que este segmento experimentó un crecimiento del 43,7% con respecto al año pasado, casi triplicando la tasa del alojamiento hotelero (+14,8%) (El desmadre de las viviendas turísticas en España, al detalle).
No se trata de una tendencia casual, ya que en el mes de enero rozó el +50%, siendo la opción preferida para 590.454 visitantes internacionales. Asimismo, en noviembre y diciembre del 2023, el incremento fue de un 39% y 69%, respectivamente, también muy por encima de las mejoras vistas en los hoteles (+13,8% y +15,9%).
El motivo detrás de este crecimiento sigue siendo el mismo: la falta de control por parte de las diferentes administraciones y las ventajas competitivas frente al resto de alojamientos. Los hoteleros llevan años denunciando que los pisos turísticos cuentan con una mayor flexibilidad y menos carga normativa, mientras que la actividad hotelera continúa “hiperregulada”.
Además, la proliferación desmedida de la oferta ilegal sigue dando alas a la masificación de los principales destinos en los periodos de temporada alta. Los ciudadanos de Mallorca, Alicante, Cádiz, Madrid o Barcelona, entre otros, continúan viendo avalanchas de turistas en sus calles por esta falta de regulación.
A ello se suman otros dos problemas fundamentales. El primero, de convivencia, por el enorme trasvase de la vivienda residencial a la vacacional, con una oleada de vecinos que vienen denunciando que se sienten inseguros en sus casas por los actos de los turistas. Por su parte, el segundo se refiere al precio de la vivienda, completamente por las nubes, y golpeando con especial crudeza a los trabajadores del sector por la falta de alternativas económicas.
En la actualidad, según los últimos datos difundidos por el propio Instituto, España cuenta con alrededor de 1,7 millones de plazas destinadas al alquiler vacacional, creciendo un 9,2% en el último año, y representando el 1,3% del parque total de viviendas. A esta cifra hay que sumar la ingente oferta ilegal, que es dominante, y que queda fuera de cualquier control y regulación.
Por comunidades, Andalucía, Comunidad Valenciana y Cataluña son las zonas más tensionadas por el auge del modelo de Airbnb y otras plataformas, con 79.065, 58.337 y 52.026 apartamentos, respectivamente. Por detrás se encuentran Canarias (44.376), Baleares (26.507), Madrid (16.970) y Galicia (18.080).
Una gran mayoría busca para sus estancias cortas o vacaciones una vivienda. Es como estar en casa. Te ofrece más independencia y comodidad. Limitar es poner puertas al campo.
Y cada vez son más solicitadas.
Y luego dicen que falta vivienda, pan oara hoy y hambre oara mañana, que les vaya bonito
El incremento del turismo VV, es fruto de la libertad en la oferta y demanda. Los vuelos de bajo coste, Internet y la VV, se convierten en una dura competencia al modelo tradicional del tour operador y hotel, cuya competencia no quieren asumir. Lo mismo que pasó en el comercio o servicios con la entrada de los Centros comerciales y cadenas. Es una evolución de la "libre oferta y demanda ", todo tiene su público y unos no pueden imponer su modelo a costa de la evolución libre del sector. Respecto a la falta de viviendas, es sólo culpa de los gobiernos y administraciones por no facilitar nuevas construcciones durante años, NO de la VV.
Excelente comentario!
Cuànta razón tienes!