La moratoria hotelera de Colau va para largo en vista de que no consigue los apoyos suficientes para sacar adelante el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT). La CUP se niega a respaldarlo y para PSC y ERC se trata de una normativa muy restrictiva por lo que la alcaldesa tendría que abrir la mano para buscar acuerdos.
Colau reconoce que siguen negociando para sacar adelante el plan. Sin embargo, desde el ayuntamiento aseguran a El Confidencial que es previsiblemente se agote la moratoria hotelera, que finaliza en julio de 2017, sin que se haya alcanzado un acuerdo.
Fuentes del consistorio barcelonés explican que “en ningún caso el PEUAT se aprobará por silencio administrativo y que la aprobación definitiva deberá seguir la tramitación pertinente”. Eso implica que se debería aprobar de manera definitiva en el pleno del consistorio catalán, donde la formación de Colau carece de mayoría.
Se da la circunstancia de que esta afirmación contradice a la Dirección de Servicios Jurídicos del Ayuntamiento, que en un escrito remitido a los tribunales, y al que ha tenido acceso El Confidencial, asegura que el plan hotelero ya habría entrado en vigor por silencio administrativo desde el pasado 15 de agosto, algo que no tendría precedentes en el mundo municipal.
A la espera de que se apruebe el PEUAT, la moratoria hotelera mantiene paralizados proyectos por valor de 400 millones, entre ellos, los de Amancio Ortega, Núñez y Navarro o el fondo KKH Property, lo que ha dado pie a 26 recursos en los tribunales.
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