La Justicia Europea ha sentenciado que Airbnb no es una inmobiliaria y, por tanto, no debe regularse según las normas que se aplican a los agentes inmobiliarios, básicamente porque la plataforma, a la que define como “un servicio de la sociedad de la información”, no fija el precio de los alquileres.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) afirma en el fallo que la actividad de Airbnb queda comprendida en el ámbito de aplicación de la Directiva de 2000 sobre el comercio electrónico, y considera que Francia, desde donde partió la denuncia, no puede exigir a Airbnb que disponga de una tarjeta profesional de agente inmobiliario, al no haber notificado esta exigencia nacional a la Comisión conforme a lo dispuesto en esa regulación europea.
La Asociación para el alojamiento y turismo profesional de Francia argumentaba que Airbnb Ireland no se limita a poner en contacto a dos partes gracias a su plataforma digital, sino que ejercía una actividad de agente inmobiliario sin estar en posesión de una tarjeta profesional, infringiendo de ese modo una ley nacional que regula las actividades de los profesionales del sector inmobiliario, según informa El Economista.
El tribunal destacó, sin embargo, que no tiene información de que Airbnb determine o limite el importe del alquiler solicitado por los arrendadores que utilizan su plataforma. Y precisó que otras prestaciones que ofrece la plataforma no ponen en tela de juicio esta conclusión.
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