La ocupación hotelera cayó este verano debido al descenso provocado por la caída de estancias de alemanes y británicos. Aunque este frenazo por parte del turismo internacional, no se produjo en el turismo rural. De hecho, se disparó con un crecimiento del 12% respecto al año anterior, según informa El Mundo (Oficial: la ocupación cae en julio por primera vez en años).
La cifra neta de extranjeros en nuestro turismo rural se ha doblado en una década. Los turistas extranjeros que optaron por este tipo de turismo han pasado de representar el 0,7% al 1% anual. Aunque la cifra no sea muy alta, demuestra que la llegada de foráneos en este sector no ha parado de crecer. De una ocupación máxima de 561.000 pernoctaciones en agosto del año pasado se elevaba a 628.662.
Tanto es así, que el turismo rural ha esquivado el frenazo estival de visitantes extranjeros, ya que se ha producido cierto trasvase de los visitantes de las playas al campo.
Aun así, Ana Alonso, directora de comunicación del portal escapadarural.com, ha declarado que el objetivo del turismo rural es aumentar la llegada de extranjeros, ya que este tipo de cliente todavía representa un porcentaje mínimo.
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