El delfín del Grupo de Empresas Matutes, Abel Matutes Prats, impulsor del Ushuaïa Tower en Playa d'en Bossa (Ibiza) que acaba de reabrir ante la nueva temporada alta, asegura en declaraciones a El Mundo que entre sus lujos se encuentra que "podemos mandar un avión privado a buscarte a cualquier parte del mundo y traerte al hotel".
El Ushuaïa Tower es la nueva joya del Palladium Hotel Group, tras invertir 25 millones de euros, y su suite más cara cuesta 10.000 euros la noche. La inversión que ha hecho la familia ibicenca espera que sea amortizada en 7 años. "En tiempos de crisis la gente de clase media no tiene dinero, y el poco que tiene no se lo quiere gastar, por lo que había que ir a por las clases altas", señala Matutes hijo.
"Durante los próximos 130 días la maquinaria del Ushuaïa no se detendrá. Al margen de los que ocupen las 417 habitaciones de los dos hoteles, más de 20.000 se pasearán este fin de semana por su piscina y cerca de medio millón lo harán a lo largo del verano, previo pago de entradas que rondan los 60 euros. Hace muchas semanas que no hay sitio en las camas balinesas, cuya reserva asciende a 6.000 euros", señala El Mundo.
El proyecto, que ha sido duramente criticado tanto por empresarios como por la oposición y los ecologistas, "no es un proyecto a la carta", según subraya la empresa en un comunicado. "Al igual que todos los planes de polígonos, se hace gracias a la iniciativa privada y después, son las autoridades quienes los aprueban o deniegan".
El grupo hotelero también aseguró que "se respeta escrupulosamente la legalidad, como demuestra el contundente dictamen jurídico del catedrático de Derecho Administrativo de la UIB, Avel.lí Blasco, publicado en su momento", tras "las erróneas interpretaciones" surgidas estos últimos días tras la aprobación por parte del Consell de Ibiza y del Ayuntamiento de Sant Josep de sus respectivas declaraciones institucionales de apoyo a que el proyecto se tramite por la vía de un decreto en el Parlament.
El Grupo Empresas Matutes recordó que "lo único que se pide es agilidad en la tramitación" y asegura que también se exigió en los proyectos de Sa Coma y Can Misses, "a instancias del Consell Insular y del Govern socialistas, y del decreto Nadal en Mallorca". Por ello, "se recurre a la misma vía jurídica".
Si el dinero es suyo y el suelo y demás es en igualdad de condiciones enhorabuena a los empresarios y mis mejores deseos al proyecto.