El conjunto del sector turístico está expresando su estupor ante las inauditas declaraciones del Govern balear celebrando que "no volverán las cifras turísticas de 2019 y eso es una buena noticia", pronunciadas por el vicepresidente Juan Pedro Yllanes al 'Diario de Menorca'.
La indignación por la insensibilidad de estas palabras hacia quienes están sufriendo los peores momentos de sus vidas es manifiesta y creciente entre los que se dedican al sector que directa e indirectamente sustenta al 83 por ciento de la actividad económica de las Islas (El gobierno balear celebra el derrumbe turístico: “Son buenas noticias que no volverán las cifras de 2019”).
Uno de los que ha alzado la voz ha sido el presidente de Exceltur, Gabriel Escarrer, remarcando que "a estas alturas, algunas declaraciones deseando que el turismo no recupere los niveles de 2019 son una falta de respeto a los parados, las empresas cerradas y a la gente en las colas del hambre en Baleares".
El archipiélago encadena 15 meses con el mayor drama social y derrumbe económico jamás imaginado, y los gobernantes siguen poniendo el foco en reducir el turismo después de que ellos mismos hayan alentado el desmadre de cifras con su permisividad con una Airbnb que en solo cinco años ha metido en el mercado las mismas camas que en la hotelería llevó 60 años regularizar, y para las que se fijaron en los planes urbanísticos sus propias zonas delimitadas.
Hace unas semanas, la CEO de Riu, Carmen Riu, aseguraba en una entrevista a El Mundo que había una cosa que le costaba entender, “más siendo un Gobierno socialista, y es la minusvaloración de los trabajadores de la hostelería por parte de determinados ministros. Como si fueran unas personas sin ningún tipo de valor”. El ministro de Consumo, Alberto Garzón, había enfatizado que el turismo era un sector “precario, estacional y de bajo valor añadido”.
El gobierno balear, también en el actual contexto, viene insistiendo en una reducción del turismo en las Islas. El vicepresidente de Modelo Económico, Turismo y Trabajo del Govern balear, Iago Negueruela, aseguró hace pocos meses que las ayudas europeas deben destinarse a impulsar otros sectores que no sean el turístico (El gobierno balear cree que los fondos europeos deben impulsar actividades no turísticas).
Más recientemente, la presidenta de Baleares, Francina Armengol, declaró hace unas semanas, durante su discurso pronunciado en el acto institucional del Dia de les llles Balears, que la excesiva dependencia del turismo es una carencia estructural para el encarar el futuro de las islas (La presidenta balear ve el exceso de turismo como un problema mientras es la región con menos vacunados).
La sociedad balear, en contraste, lleva semanas clamando contra esta insensibilidad e indiferencia sobre las decenas de miles de personas que han perdido todo por la falta de ayudas a la vez que se ha obligado a cerrar a negocios mientras se les ha mantenido la totalidad de los impuestos. La sociedad civil ha expresado su dolor con plataformas como 'SOS Turismo', vacunas o Arema.
❌15 mesos pagant.
— Associació de Restauradors de Mallorca (@aremallorca) May 10, 2021
❌15 mesos assenyalant-mos publicament com a culpables.
❌15 mesos de greuges comparatius.
😢 Només volem fer feina per poder pagar-ho tot i crear llocs de treball.
💪🏻 ESTEIM PER SERVIR!!
❤️ A la nostra terra i als nostres clients. pic.twitter.com/ZeZzc7BhGQ
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Las izquierdas siempre han querido que haya más pobres para poder pagarles subvenciones y que les voten. Les gusta gestionar la miseria. Es su terreno y cuanto más miserables seamos más votos tendrán.
Lo has clavado, pero muchos no lo ven. Se hacen llamar progresistas,
Aquí vivimos de las vacaciones, es decir, de un producto al cual solo pueden acceder las clases medias (y las clases altas, por supuesto) Por consiguiente, no queremos saber nada de pobres. Los pobres tienen que irse a otro lugar. A África, por ejemplo.
Los pobres hay que enviarlos a Cataluña, que es un "país" moderno, europeo y escandinavo.