No ha habido castigo a las estaciones de esquí del Pirineo ilerdense, porque la campaña de Navidad, que acaba de cerrarse tras el domingo posterior a Reyes presenta un excelente balance: más ocupación que en otros años, con el lleno prácticamente absoluto en los días que van desde el 29 al 2 de enero. Desde el 26 de diciembre al 7 de enero, periodo que incluye muchos momentos de demanda media, la patronal de la zona admite una ocupación del 75 por ciento. Ni rastro, pues, de las consecuencias de la crisis independentista que sí se percibe en el turismo urbano.
Los mismos datos positivos registran las estaciones de esquí, pese a que el temporal Bruno, en la semana de Navidad, desincentivó a muchos posibles clientes. Se vendieron 238 mil forfaits, un 8 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado.
Las ocupaciones de los diferentes alojamientos han sido satisfactorias, según la patronal que agrupa a los empresarios turísticos de la zona, con ocupaciones mínimas en los campings y más altas en la hostelería. En la zona, aunque con menos intensidad, también ha presencia de oferta de apartamentos, lo cual también se ha sumado a la oferta tradicional.
La Vall d'Aran es la que ha tenido la máxima ocupación, como por otra parte es habitual, y el resto de zonas de Lérida le han seguido por detrás.
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