El turismo se está convirtiendo en un negocio resiliente, que lo aguanta todo. Tal vez por ese motivo, Francia contempla la posibilidad de financiar un reforzamiento de sus cuerpos de bomberos con dinero de una nueva tasa que se aplicaría sobre el turismo.
Según dos diputados, las dificultades económicas del servicio de bomberos se pueden resolver con varias fórmulas, entre las cuales se haya un impuesto turístico, publica L’Echo Touristique, un portal de noticias turísticas francés.
No sólo sería el turismo el que financiaría a los bomberos, sino que serían sobre todo los turistas extranjeros, por una tasa que el departamento (las regiones francesas) añadirían al actual impuesto sobre el turismo.
La propuesta de estos diputados responde a un periodo de consultas que ha abierto el Gobierno para resolver la problemática de la infrafinanciación de la lucha contra incendios, especialmente en las zonas forestales. El problema francés es doble: el envejecimiento de la población y el calentamiento global que convierte muchas de sus zonas en áreas de mayor riesgo de incendio forestal.
Además del turismo, se manejan otras alternativas, que en algún caso podría ser adicional al impuesto turístico, como por ejemplo que los coches eléctricos pasen a pagar impuestos normalmente y no como ahora que tienen exenciones. Igualmente, el impuesto especial sobre los seguros podría ser desviado a este fin, aunque sea parcialmente.
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