Las dos mayores cadenas hoteleras europeas han contemplado en serio su fusión, a iniciativa de la francesa Accor sobre la británica IHG (Intercontinental), pero concluyendo que no puede ser. En España son numerosos los gurús que vaticinan una ola de fusiones, dada la elevada cantidad de empresas medianas sin tamaño para competir con las economías de escala de las grandes, tanto en hoteles como en agencias y aerolíneas, aunque la realidad demuestra la dificultad de que se consumen.
España es el gran país europeo con más porcentaje de habitaciones integradas en cadenas, aunque ello obedece a que España tiene más marcas nacionales que ningún otro, debido a la cantidad de pequeñas hoteleras con menos de cinco establecimientos, lo que refleja un sector muy atomizado. Los líderes de las grandes cadenas españolas han revelado a Preferente que creen que en poco tiempo se verá un vuelco, recalcando que por ejemplo en Estados Unidos ya se considera pequeña una cadena con 100 hoteles.
El 56% de habitaciones en España están integradas en cadenas, solo superado por el 59% de Holanda y el 58% de Croacia, y por encima del 49% de Francia, el 48% de Reino Unido y el 44% de Portugal, según un informe de Horwarth HTL al que tuvo acceso Preferente. España es el país europeo con más marcas hoteleras locales, con 188, por encima de las 164 de Grecia y las 143 de Italia, a gran distancia de las 89 de Alemania, las 70 de Reino Unido, las 50 de Francia o las 44 de Turquía.
Sin embargo, en cuanto a marcas hoteleras extranjeras, España, con 65, se sitúa tras Alemania, que suma 131; Italia, con 97; Reino Unido, con 80; Francia, con 70, y Holanda con 68, pero en total. España es el país europeo con más enseñas hoteleras con 253, seguida de Italia con 240; Alemania con 222; Grecia con 209; Reino Unido con 150 y Francia con 120. Con excepción de Chipre, España es el país europeo con mayor promedio de habitaciones por hotel, con 94, ya que suma casi 696.000 habitaciones en 7.400 hoteles, y ello obedece a que los establecimientos vacacionales tienen muchos más cuartos que los urbanos.
Ante esta situación, los fondos de inversión creen que de las cien primeras cadenas españolas, que se han mantenido prácticamente iguales desde el 2000, para el 2030 apenas quedarán la mitad, y ven lógico que no sean los grandes las que absorban a las pequeñas, sino que las medianas se fusionen entre ellas, aún tras los crecimientos en los últimos años de Minor, Marriott, Accor, Wyndham, IHG y Apple Leisure Group (ALG) con AMResorts, en operaciones con NH, Alua o Hesperia.
Esta creencia se basa en su opinión de que las cadenas españolas con más recursos no tienen como prioridad invertir en España, pues los márgenes son menores que por ejemplo en el Caribe, por lo que si disponen de dinero prefieren buscar otros destinos más rentables en lugar de acometer enormes esfuerzos para integrar a otra hotelera en una zona más madura y de un producto probablemente obsoleto (Más fondos que nunca ponen el foco en las gangas hoteleras).
Así, apenas existe alguna cadena con tanto músculo como para entrar en operaciones con hoteleras muy menores a ellas, y ahí es donde emergen los financieros, como un tercer agente, capaz por un lado de liderar una integración entre dos hoteleras familiares, y por el otro capaz de aportar los recursos necesarios para llevarla a cabo. El perfil de un gran número de cadenas medianas es de empresas familiares cuyos emprendedores están en edad avanzada mientras sus descendientes se ven con elevadas deudas y escasa capacidad para reformas sus productos, que en bastantes casos se encuentran algo obsoletos.
No obstante, una amenaza es que, ante la elevada competencia entre tantos compradores financieros como los fondos, se pueda contener una caída mayor de precios de inmuebles hoteleros que se espera por la crisis del coronavirus. Hasta la fecha, los fondos con más habitaciones vacacionales son Blackstone, Atom, Portobello, Covivio, CBRE Global Investors, Corum AM, Elaia Investment, KKR o Hispania.
Hasta ahora, las operaciones se están limitando a activos sueltos, como Mandarin Oriental que ultima la compra del hotel H10 Punta Negra de 135 habitaciones, ubicado en Mallorca entre Palmanova y Portals, y colindante al St Regis Mardavall, o la esperada del emblemático hotel Formentor de Mallorca a un fondo que traiga el Four Seasons tras cerrar un acuerdo con su actual dueño, el Grupo Barceló (Four Seasons ultima abrir en Mallorca y en Marbella junto a Madrid).
Desde la irrupción de la crisis del coronavirus la única operación hotelera cerrada con una cadena fue la de la familia Gallardo, principal accionista de la farmacéutica Almirall, que se ha hecho hace unas semanas a través de su sociedad patrimonial Grupo Corporativo Landon con el 100% de Sercotel Hotel Group, del que hasta ahora tenía el 47% del capital, mientras también se ha anunciado una negociación para fusionar Bluebay con Be Live, la cadena de Globalia.
Precisamente, el grupo de los Hidalgo ha sido el más activo en intentar este tipo de operación para sobrevivir, pues también para su área emisora, la mayor de España con Halcón Viajes y Travelplan, llegó a cerrar un acuerdo con Ávoris para una fusión que hace unas semanas el Grupo Barceló decidió posponer, aunque este grupo mallorquín siempre ha creído en esta fórmula de integración como demostró con su ofensiva por NH.
El mapa de grandes emisores en España cuenta como principales actores con Viajes El Corte Inglés, las citadas Globalia y Ávoris, junto a Wamos Group --Nautalia-- y Viajes Carrefour, en contraste con el menor número de gigantes que hay en el resto de países europeos, con un tamaño como mercados bastante mayor al de España, y que tienen como principales enseñas a Tui, Jet2, FTI, Der touristik, Alltours, On the Beach o We Love Holidays.
En España, además, va a irrumpir un nuevo y ambicioso proyecto como el que lidera Gabriel Subías desde el Grupo Iberostar bajo el paraguas de W2m, que junto a recibir el próximo año su primer avión de larga distancia, tiene como fin favorecer la concentración de las grandes redes hoy existentes en España, con una hoja de ruta de integraciones que ya ha demostrado en el pasado.
En cuanto a las aerolíneas, las dificultades para sacar adelante la absorción de Air Europa por parte de Iberia también ponen de relieve la dificultad que tiene el sector turístico español para llevar a cabo integraciones. Los casos de Orizonia, Marsans, Transhotel o Spanair recuerdan que con frecuencia se ha dejado caer a gigantes en problemas antes que fusionarlos a grupos saneados, de igual modo que se hizo con Thomas Cook, cuyos activos luego se reparten en una quiebra.
Las grandes cadenas hoteleras nacionales tienen músculo como para aguantar esta temporada de aguda crisis, pero no creen necesitan una mayor planta ante las perspectivas de viajeros de los próximos años, en los que se prevé una muy lenta recuperación ante la mayor crisis económica desde hace 75 años. Del lado de los emisores, no existe el mismo músculo, pero sí el sentir de que tampoco les hace falta más tamaño, sino menos, como también valoran las aerolíneas.
Así, antes que un boom de fusiones más allá de algunas operaciones puntuales, parece más probable que se avecine una oleada de quiebras, a tenor de que las perspectivas del mercado no es que vaya a ser necesario más tamaño, por lo que los compradores no serían las propias empresas turísticas, sino fondos, con lo que no se darían tantas fusiones y sí más quiebras para reajustar el mercado a la demanda prevista de los próximos años.
Muy interesante artículo sobre lo que espera a nuestro sector en los próximos y durísimos años. Se hechan en falta más artículos de este tipo y menos sucesos tontos que nada tienen que ver con el turismo y la reconversion que necesitamos para sobrevivir por una pandemia que nos está matando.
Entiendo que, en resumen, lo que se indica en este articulo es que no hay previsiones de negocio suficiente a corto-medio plazo para justificar la inversion en incremento de plazas en España. Tampoco musculo financiero en las empresas familiares para afrontar inversiones a largo plazo. Y que por tanto quedaran en manos de Fondos Financieros un gran numero de plazas en los proximos años. Lo que no queda claro es que haran los Fondos con estas plazas. Supongo que hay posibles recorversiones a otros usos.
El hambre y las ganas de comer...