La cúpula ejecutiva de Occidental acaba de vivir su último, profundo y definitivo cambio con el cese como presidente del que lo ha sido en los últimos lustros, Gregorio de Diego, fundador y accionista de la hotelera madrileña.
Con la desaparición de la presidencia, el organigrama directivo de Occidental Hoteles queda cerrado con tres direcciones generales que reportarán a un consejo de administración controlado mayoritariamente por el BBVA.
A partir de ahora, la cadena contará con tres máximos responsables en tres divisiones: la de time sharing, que dirige Luis Nanum; la finaciera, al frente de la cual se halla Jesús Pérez; y la hotelera, con el recién nombrado Jaume Buxó.
Gregorio de Diego, hijo del impulsor de Occidental Hoteles, seguirá como consejero de la cadena con su 13 % de acciones, al igual que la familia Miarnau, con el 5%, los Ortega, con el 24%, y el BBVA, con el 57%.
La remodelación de la cúpula directiva comenzó con la salida de Gabriel Felip, quien fuera durante años el encargado del día a día de una hotelera cuya mayor implantación está en el Caribe hispano y en Aruba.
La entidad financiera que ostenta la mayoría de las acciones de Occidental Hoteles ha buscado comprador entre competidores e inversores nacionales y extranjeros, pero sin éxito en una coyuntura de crisis como la que se vive.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo