El secreto de los negocios está o en las ventas o en los costes. En algunos negocios, las ventas tienen poco margen de maniobra, como en la hostelería, pero en cambio, en los costes se pueden hacer milagros. Uno de los costes más importantes es la construcción del hotel, cuya amortización pesa como una losa en la cuenta de resultados. Por eso, los gestores más agresivos trabajan este concepto para ver si consiguen ahorrar en ello.
Ibis, por ejemplo, la cadena de la francesa Accor, ha creado un concepto de baño prefabricado, que se instala en el edificio, que supone un gran ahorro sobre la edificación convencional. En Japón, este tipo de baños, parecidos a naves espaciales, hechos de plástico, se han extendido mucho.
Ahora, Hilton está probando un concepto nuevo: la construcción de los hoteles como si fueran 'legos', prefabricados y ensamblados en el lugar. A principios de 2019, en el aeropuerto de San Francisco, se abrirá el primer hotel que habrá usado íntegramente construcción modular. O sea piezas prehechas que se ensamblan en el lugar.
El hotel será un Home2 Suites by Hilton, desarrollado por Southern Hospitality (ya saben que en Estados Unidos las cadenas sólo ponen la bandera, mientras que otras empresas son propietarias).
El inicio de las obras fue un acto mediático, porque desde su incepción el proyecto apuesta por ser barato, modular, simple. Y no será como ir a dormir a un contenedor, que es lo que solemos entender por construcción modular.
En el acto, una grúa posicionó las piezas de una parte del hotel, mientras que los visitantes, entre ellos la propia alcaldesa de la zona sur de San Francisco, Liza Normandy, visitaron una de las habitaciones, con una cocina y áreas de descanso separadas.
No es la primera construcción modular del mundo, pero sí se pretende que este modelo sea especial y que funcione comercialmente como si estuviéramos ante un hotel convencional, de forma que el cliente se sienta confortablemente.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo