Iberostar, titular de un 5,29% del capital ACS, busca salir de la constructora. Dos meses después de abandonar el consejo de administración el pasado en diciembre, la familia Fluxá quiere romper sus relaciones desprendiéndose de estas participaciones.
Según Expansión, el valor de éstas alcanzaría los 500 millones de euros en el mercado bursátil. La hotelera cuenta con un préstamo sindicado de 800 millones de euros, que vence en 2021 y cuya garantía se respalda en esas acciones.
Desde Iberostar afirman que la salida de la constructora estaba condicionada por el valor de las acciones, que en los últimos años han estado muy por debajo de su precio de compra original, hace ahora diez años.
La familia Fluxá es ya la segunda que decide abandonar el consejo. Ya en junio de 2016 los March, cuya participación rozaba el 12%, decidieron dimitir del puesto en la consejería dominical y desprenderse también de las acciones.
Las razones del abandono del consejo son las restricciones que impone la nueva normativa comunitaria, que amplía el plazo en el que los consejeros de una empresa no pueden comprar o vender títulos de la misma (Gran sorpresa: Iberostar se retira del consejo de administración de ACS).
Estas dos salidas de accionistas de referencia perjudicará muy negativamente, según los expertos, a la cotización en bolsa de la constructora a corto plazo. ACS, que ayer presentó resultados con un incremento del 3,5% del beneficio neto, ha subido hoy en el Ibex 35 el 1,94% y la acción ha cerrado en 30,2 euros.
Su presidente, Florentino Pérez, afirma que pretenden contar con un “rating” crediticio en verano. La constructora prevé elevar sus ventas un 10 % más que el pasado año y aumentar su beneficio neto comparable entre el 8 y el 10 %.
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