Jordi Hereu, empresario y ex de Aena, ministro de Turismo ante el 'modelo Armengol'

Jordi Hereu i Boher (Barcelona, 14 de junio de 1965) ha sido nombrado por Pedro Sánchez como nuevo ministro de Industria y Turismo, en un cambio de denominación del departamento al excluir a Comercio, según lo pronunció en inquilino de la Moncloa en la mañana de este lunes (Jordi Hereu, exalcalde de Barcelona, nuevo ministro de Industria y Turismo).

Jordi Hereu actualmente es presidente de Hispasat, el operador de satélites español, cuyo cargo asumió en 2020.  Se licenció en Administración de Empresas y obtuvo un MBA en ESADE. Desde 1987, Hereu es militante del PSC. Además, fue alcalde de Barcelona entre 2006 y 2011, año en el que perdió las elecciones municipales frente a Xavier Trias y se apartó de la política activa sin dejar de militar en el PSC.

Accedió a la alcaldía cuando su predecesor, Joan Clos, fue llamado a tareas de mayor responsabilidad, en este caso, ocupar el Ministerio de Industria, igual que le pasa ahora a él. En 2010, Hereu perdió la consulta popular en la que el ayuntamiento abogaba por conectar los dos tramos de tranvía y ahí cavó su tumba política.

Tras abandonar la primera línea política, Hereu creó una consultoría, Identicity Cosulting, dedicada a las políticas urbanas que durante algunos años le han llevado a diversos países, especialmente en América latina. En este tiempo también participó en la creación de Barcelona Plataforma Empresarial- Fledge Barcelona Accelerator. Fue miembro del consejo de administración de Aena y del consejo asesor de Agbar. Hereu ha sido un firme defensor de la coalición entre las empresas y el sector público.

Licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la UPC y Máster en Dirección y Administración de Empresas en ESADE, sustituirá en esta cartera a Héctor Gómez, quien ha tenido un paso fugaz por el Gobierno, tras un nombramiento propiciado por la elección de Reyes Maroto como candidata socialista a la alcaldía de Madrid. En Turismo afronta el reto de revertir el 'modelo Armengol', basado en la barra libre de plazas al alquiler vacacional que auspicia Airbnb.

Francina Armengol disparó durante sus 8 años como presidenta balear la oferta de camas turísticas al pasar de unas 300.000 a unas 400.000 por su fomento del traspaso de casas del mercado residencial hacia el vacacional. El resultado ha sido un agudo encarecimiento de la vivienda que ha expulsado a muchos locales del Archipiélago, a la vez que ha dificultado que a otros de la península les compense mudarse a las Islas, de modo que la pérdida de identidad se ha fundamentado en la llegada masiva de colonias de extranjeros de las culturas más dispersas (Armengol presume de calidad mientras el alquiler turístico lastra a Baleares).

La hoy presidenta del Congreso impulsó un modelo de sociedad donde conviven inconexos una amalgama de personas de varios continentes --latinos, africanos, asiáticos...--, con creencias muy divergentes, y con dificultades en su integración, también por su mayor lapso socioeconómico con el local que el que tenía el trabajador turístico que procedía del resto de España, que habituaba a compartir estancia con menos densidad.

Este nuevo patrón poblacional más inconexo y menos cohesionado ha supuesto una merma en la identidad local, y ha sido el legado más apreciable en la última década en la cuna del Turismo como es Baleares, que fue así pionera nacional en la saturación y masificación, ante un modelo de privilegiar a Airbnb cuya reversión va a ser el mayor reto que afronte Jordi Hereu como ministro del sector que sustenta la estabilidad social y los servicios públicos al ser el mayor motor de prosperidad y el que más la redistribuye.