Hubo un PSOE que contribuyó a la paz y la concordia de España, el que antepuso los intereses de nuestro país a los del partido. Fue el PSOE de la transición, el que negociaba por el bien general de los españoles por encima de ideologías y siglas. O sea, el PSOE de Felipe González y Alfonso Guerra. De aquella organización política no queda ni los rescoldos (Kike Sarasola: “Pablo Iglesias pidió mi cabeza” por alojar a Ayuso).
Entre los que ayudaron a Felipe González a hacer un partido socialista de corte democrático se encontraba el padre de Kike Sarasola, impulsor de la cadena Room Mate. El padre se llamaba como el hijo, Enrique, y era un avispado empresario de origen colombiano que apostó por jóvenes socialdemócratas en vez de por el centrismo encarnado por Adolfo Suárez.
Kike Sarasola se crio y creció en un ambiente socialista. Nunca ocultó su simpatía por Felipe González, al que consideraba como un segundo padre. Sarasola Junior, tan jovial como su progenitor, siguió siendo socialista hasta que el partido tomó una deriva estatal que le ha llevado a una situación crítica con los entonces enemigos del PSOE: los proetarras, los separatistas, los nacionalistas y los comunistas.
El creador de Room Mate, icono de Chueca, cayó en desgracia ante el nuevo PSOE por ser quien era y, sobre todo, por haber dado cobijo en uno de sus hoteles a la presidenta de la comunidad de Madrid durante la pandemia. Unas estancias que pagó de su bolsillo la brava política del PP, la mujer que está desde hace años en el punto de mira de Sánchez y su entorno.
Los responsables de la SEPI, funcionarios colocados a dedo por Moncloa, le dieron en primera instancia largas al rescate solicitado por Room Mate y meses después, con el agua ya al cuello, denegaron la solicitud. La SEPI fue diligente, harto rápida, con unas empresas turísticas y muy tardías con otras, como Wamos. Con Room Mate, ni siquiera tardía: inane. Al socialista Sarasola le dieron zumba los herederos políticos de los socialistas que hicieron posible la transición de una España dividida a una unida.
" la brava política del PP,". la misma que insulta y le rien sus gracias. Hay vida más allá de la M40 aunque algunos no se han enterado todavía.Madrid es España dice, no, Madrid es parte de España.
Pues se ha tumbado al Chepas, a la pesoe madrileña, a MeMa y está a punto de tumbar a Antonio. Si eso no es bravura, cuéntame tú qué es para ti. ¿La cobardía de Farrukita filtrando datos de la Agencia Tributaria como una raposa? Pues eso.
perdona, para informar a los que no somos de la capital del imperio, ¿ quienes son el Chepas, MeMa, Antonio ?. es que en "provincias" no nos enteramos., debe de ser que no somos muy dados a poner apodos.
Qué manía con mezclarlo todo. Este señor ni es icono de Chueca, ni cayó en desgracia por dar cobijo a Ayuso. Se hundió por sí mismo.
Qué pasa, que si eres hijo de socialista, los gobiernos socialistas tienen que tratarte mejor que a otros? Eso, con este partido o con cualquier otro, se llama prevaricar.
O sea, que dar cobijo gratuito a una presidenta está bien, pero rescatar a una empresa que da empleo a miles de personas, fatal, porque la mujer trabaja en un instituto que financia dicha empresa. Vale vale...
Música de violines, una victima más de los rojos... dramón.
Antes de dar cobijo a la mártir azul , dio cobijo a otro famoso mártir naranja y
a base de tanta beneficencia se ha ganado el cariño y respeto de profesionales y medios de comunicación... Sus socios besan por dónde pisa y es el ejemplo a seguir y da lecciones al resto que no saber hablar inglés y no ven sus programas...
Como todos sabemos el lobo en el cuento es la victima y caperucita aparte de roja era
una listilla
De aquellos polvos, estos lodos.
Enrique Sarasola. El empresario "amigo"de Felipe González y animador de su Bodeguilla con la "beautifull" people del pelotazo rápido en los 80's. El comisionista del metro de Medellín... Y , ahora, no todos pueden ser Rosauro Varo, empresario de pelotazos mil , hijo de la mandamás del PSOE sevillano. Por cierto,¡Cómo no!, socio de Javierito, alias, el patrocinador.