Kike Sarasola, presidente de Room Mate Hotels, ha elaborado una lista con 8 cambios que a su juicio necesita el turismo español para mantenerse como uno de los referentes a escala mundial, según recoge la revista de noticias turismo Preferente en su edición de marzo.
1) Conferencia de los Presidentes de todas las Comunidades Autónomas sobre turismo para centrar los objetivos y políticas turísticas (ya).
2) Plan Nacional integral de reconversión y puesta en valor de la oferta turística, sólo se puede llevar a cabo con la colaboración publico-privada pudiendo llegar a ser ésta última (la privada) del 80%.
3) Mayor integración del sector privado en el desarrollo de las políticas de turismo con la presencia activa de empresarios en organismos públicos como Turespaña o el Instituto de Estudios turísticos.
4) Plan para formar y educar con idiomas inmediatamente a todos los trabajadores del sector, empezando poniendo películas en versión original en las televisiones. Como ejemplo en Portugal, películas de niños en Inglés.
5) No hay mejor sector en España para dar empleo a mujeres y jóvenes como el turismo. El único sector que puede generar decenas de miles de empleos de forma rápida.
6) Hay 2 millones de parados de la construcción que la única forma de darles trabajo sería con la remodelación de las infraestructuras turísticas en España para eso es necesario incentivos fiscales y normativas. Reformas estructurales de mucho calado ya.
7) Recuperar la sonrisa, la generosidad y la alegría que nos caracteriza teniendo en cuenta que otros países como en Latinoamérica y Asia nos llevan mucha ventaja en el servicio al cliente.
8) Hay que volver al sentido común con una reducción de gastos sin precedentes.
Si esto es lo único que se le ocurre en cuanto a la formación turítica quiere decir que no tiene ni idea de cómo funciona.
Parece que lo único que le interesa es el personal base, que es importante, pero la dirección del turismo no la pueden dictar los empresarios de sus actividades soporte, por carecer de formación y porque es dudosa su conciencia social para poder aunar sus intereses a los del capital humano e institucional.