Ada Colau ha logrado al final que el fondo de capital KKH renuncie a la puesta en marcha de un hotel de lujo en la torre del Deutsche Bank, entre la Diagonal y el paseo de Gràcia de Barcelona. El proyecto iba a ser tan emblemático como el de la torre Agbar y preveía invertir alrededor de 500 millones de euros. Se trata de la primera renuncia de un proyecto hotelero que ya estaba en marcha.
KKH Property Investors ha enviado una carta al ayuntamiento de Colau en el que asegura que "si el nuevo ejecutivo municipal no quiere un gran hotel aquí, nosotros tenemos que escuchar y ser sensibles y receptivos".
Según La Vanguardia, el fondo ha puesto en marcha un nuevo proyecto que consiste en reformar el edificio, de 14.000 metros cuadrados y veinte plantas, que se convertirán en viviendas de lujo y tiendas.
En mi opinión el titular debería poner "gracias a Colau". Este proyecto era desmesurado y suponía un enorme impacto arquitectónico sobre el todavía tradicional barrio de Gràcia. De hecho, su construcción solo era posible mediante una Modificación del Plan General Metropolitano (MPGM) acordada con el ayuntamiento, que le permitía aumentar de manera brutal el volumen de edificabilidad. Puro urbanismo a la carta para favorecer a un particular.