El caso Cesgarden ha quedado definitivamente cerrado por un auto emitido este martes por la Audiencia Provincial de Palma que confirma que el Consell de Menorca deberá seguir pagando a la empresa 200.000 euros al mes de indemnización por la reducción de la edificabilidad hotelera de unos terrenos en Son Bou donde la compañía proyectaba un cinco estrellas.
En octubre de 2013, el también propietario de Garden Hotels, Miquel Ramis, ofreció un acuerdo al Consell Insular para renunciar a más compensaciones económicas si se agilizaban los trámites del nuevo hotel de lujo.
Ahora, una querella del gobierno menorquín y de la Fiscalía Anticorrupción, que habían denunciado “estafa procesal” para el cobro de la indemnización, ha sido inadmitida. La Audiencia considera que el proceso es “cosa juzgada” y afirma que el Consell ha intentado subsanar por la vía penal lo que olvidó plantear por la vía administrativa cuando era su momento.
"El problema aquí no es ningún engaño, porque el mismo no existió, sino que el Consell no planteó en el momento procesal oportuno una serie de cuestiones que ahora defiende y que no son otras que las referidas a la caducidad de la opción de compra", han señalado los magistrados Francisca Ramis, Gemma Robles y Mario S. Martínez.
Los tres jueces que firman el auto rechazan que haya existido engaño tal y como argumentaba la Fiscalía, que señalaba que los dueños de los terrenos habían jugado con una opción de compra caducada. El caso Cesgarden condenó en su día al Consell de Menorca a pagar 29 millones de euros a la empresa mallorquina.
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