El nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Baleares, Alberto Pons, ha comenzado a dar forma a una idea salida de su “loca cabeza”: convertir la antigua sede del organismo en Palma en “un hotel boutique de no más de 40 habitaciones”. El grupo Barceló ya habría mostrado su interés por el proyecto, junto a un grupo inversor alemán.
El edificio, situado en primera línea de mar, es de titularidad pública. Para poder ser alojamiento turístico, primero debe ser enajenado del Ministerio de Administraciones Públicas por el Consejo de Ministros y después debe modificarse su uso en el Ayuntamiento de Palma. Pons prevé contar con el estudio previo en enero, para poder remitirlo al Gobierno y empezar los trámites que acabarían previsiblemente con la convocatoria de un concurso público, informa Diario de Mallorca.
El hotel Arts de Barcelona y el hotel Portixol de Palma son los espejos en los que se mira la ambición del máximo responsable de Puertos en el archipiélago balear para justificar la viabilidad de un hotel en un puerto.
La vieja sede de la APB se construyó en 1.930. Tiene 3.000 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. A menos de un kilómetro de distancia se encuentra otro hotel en construcción, el anejo al Palacio de Congresos, por cuya gestión se ha interesado el grupo estadounidense Hilton.
El digital mallorcadiario.com asegura que Alberto Pons ha contactado con la familia Barceló para asesorarse y ha sondeado su interés por la instalación. El mismo diario apunta que el Grupo Barceló tiene otros rivales dispuestos a estudiar el proyecto. Entre ellos, una compañía inversora alemana.
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