La Costa Tropical, Cala Millor y Cala Rajada reclaman que llegue el tren

El destino andaluz de la Costa Tropical, y los mallorquines de Cala Millor y Cala Rajada, coinciden en su reclamo de que el tren llegue a sus zonas para poder mejorar los accesos y movilidad de los turistas que se alojan en sus miles de habitaciones hoteleras.

"De Sagasta a Pedro Sánchez: siglo y medio sin que haya tren de Granada a Motril", señalaba granadahoy, puesto que "cuatro reyes, tres presidentes de la República, 73 gobiernos y 44 presidentes después, y Granada sigue sin tener un tren desde la capital a la Costa Tropical. Y lo seguirá estando mucho tiempo porque, una vez más, ya sea con gobiernos del PSOE o del PP, los Presupuestos Generales del Estado, cuyo proyecto se ha presentado esta semana, no recogen ninguna partida ya no para construirlo, ni siquiera para realizar un estudio de funcionalidad o de viabilidad de la misma".

En 1882 se empieza a plantear de verdad la necesidad de llevar el tren desde Granada hasta Motril, vecina de Almuñécar y Salobreña, y su extensión hasta un puerto situado en Calahonda. Era un recorrido de 84,895 kilómetros que salía de Granada desde el Puente del Cristiano y atravesaba el río Genil con un puente de 60 metros, con estaciones en Alhendín, Padul, Cozvíjar, Albuñuelas, Pinos del Valle, Órgiva, Vélez de Benaudalla, y Torrenueva. 

"Los últimos intentos por dotar a la Costa de un tren llegaron con el Corredor Mediterráneo. Cuando el trazado propuesto por España a Europa excluyó el paso de la infraestructura por la Costa Mediterránea andaluza, es decir, de Algeciras a Málaga pasando por toda la Costa del Sol, y Motril hasta Almería, en beneficio de la línea interior de Algeciras a Bobadilla, pasando por Granada, fue todo un jarro de agua fría", señala el citado periódico.

Otra propuesta hacía circular en tren desde el Puerto de Motril en paralelo a la A-44 con la construcción de dos puentes de más de medio kilómetro para llevar los trenes al único puerto del Estado sin conexión ferroviaria, lo que ha influido en un desarrollo menor al de la Costa del Sol, con Málaga, de igual modo que la de la Costa de la Luz, con Cádiz y Huelva.

Del lado de Mallorca, los alcaldes socialistas de Capdepera, Son Servera y Sant Llorenç des Cardassar, reclaman para sus destinos de Cala Rajada y Cala Millor que también llegue el tren. La presidenta balear, Francina Armengol, había anunciado esta semana que en 2023 se iniciarán las obras del reclamado tren de Levante, entre Manacor y Artá. 

El primer edil de Capdepera, Rafel Fernández, considera prioritario que el nuevo trazado incluya los núcleos turísticos de Cala Millor y Cala Rajada, y argumenta a Diario de Mallorca que "el cambio social vivido en los últimos años hace que Artà ya no sea prioritario como lo era en el siglo XX. Ahora la prioridad son los núcleos turísticos con sus plantas hoteleras si queremos un tren viable para los pasajeros".

La alcaldesa de Son Servera. Natalia Troya asegura por su parte que "quizás convendría una reestructuración a las zonas más costeras". Y en Sant Llorenç, el primer edil, Pep Jaume, recuerda que la zona de Levante padece "una doble insularidad", al estar alejado de aeropuerto y puerto, al tiempo que no hay que olvidar que a un turista le sale más caro venir del aeropuerto al Levante que de su país europeo a Palma, al tiempo que también es partidario de que la línea llegue hasta Cala Rajada, y defiende el tren como alternativa a los atascos de coches.

La presidenta de la Asociación Hotelera Bahía de Cala Millor, María Inés Batle, de su lado, remarca "la falta de un transporte público optimizado", que lleva a que el "turista hace uso del vehículo, y, en consecuencia, hay sensación de saturación de carreteras, de aparcamientos o de ciertas playas". "Antiguamente, las zonas turísticas estaban bien identificadas, pero la incorporación de la vivienda vacacional ha hecho que el turismo se desplace también a zonas de interior o de costa que no estaban catalogadas como turísticas", recuerda Batle.