El entramado empresarial creado por Jordi Pujol Ferrusola, el hijo mayor del expresidente de la Generalitat, se centra principalmente en la asesoría y la intermediación. Sin embargo, el vástago del exlíder catalán también probó suerte en el negocio hotelero pero sin demasiada fortuna.
Pujol Ferrusola puso en marcha en 2009 junto a dos socios, Rafael Aragonés y Sergio Kam, el El Encanto, un hotel de super lujo en Acapulco con el que pretendían revitalizar la zona. Un informe policial recoge que cada uno de los socios habría puesto 94 millones de euros, lo que a juicio del arquitecto encargado de su construcción Miguel Ángel Aragonés, es desproporcionado y cifra en unos 23 millones el total de lo invertido.
La administración del exclusivo hotel, según recoge El País, iba a correr a cuenta de Habita, uno de los grupos mexicanos más importantes del sector hotelero pero por desavenencias de Pujol y sus dos socios no se llegó a un acuerdo. Finalmente se decidió que fuera la sobrina de Aragonés la que tomara las riendas del establecimiento.
“Llevaba las cuentas y se las presentaba por correo electrónico a los socos. Uno en Miami, otro en el DF y Jordi, en España. Era el peor momento de Acapulco, las cuentas no salían. No se llegaban a cubrir las nóminas. Ellos tuvieron que ir aportando dinero”, recuerda Mariana Aragonés.
Cuatro años después de su glamurosa apertura, los tres socios disolvieron la sociedad Encanto INC y vendieron el hotel al arquitecto Miguel Aragonés y un socio de éste por 65 millones de pesos, unos 3,7 millones de euros.
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