Después de la pandemia, la mayor parte de los grandes hoteles de Las Vegas, en Estados Unidos, firmaron convenios colectivos muy suculentos para la plantilla, de un 32 por ciento de aumento en cinco años. Así, durante el gran premio de Fórmula 1, todo fue normal.
El hotel Virgin Las Vegas, no. Adujo que no era posible firmar esas condiciones porque no había ingresos ni márgenes suficientes. De manera que sus 1.710 empleados empezaron a intercalar manifestaciones con trabajo normal, aunque son los 700 que pertenecen al sindicato Culinary Workers los más ruidosos. Hablamos ya de siete meses de conflicto.
Casi cada día hay calles cortadas y manifestaciones por que el conflicto se alarga y alarga. Pero ahora están en huelga indefinida. Y los cortes de calles han provocado detenciones e incidentes de orden público.
Se trata de la primera huelga hotelera en Nevada en 22 años. Con piquetes activos 24 horas al día.
La situación se agrava porque los contratos de muchos trabajadores están venciendo y la empresa no los renueva.
Los trabajadores dicen que la propuesta salarial de este hotel “es un insulto para los trabajadores porque está a años luz de distancia” de las de los hoteles rivales. “Los trabajadores merecemos un contrato de primera clase con aumentos salariales justos” dijo una representante sindical, que ha denunciado la contratación de “esquiroles” para limpiar las habitaciones.