La Mesa del Turismo y Hostelería de España, en colaboración con los diferentes subsectores turísticos, que incluye las medidas más relevantes para salvar a la industria turística española y, por ende, a la economía nacional (Clamor turístico contra la lentitud del plan de vacunación). Una versión más amplia del documento, que incluye 13 propuestas, ha sido remitida a los responsables políticos del país, que incomprensiblemente siguen sin salir al rescate del sector más afectado por la crisis del Covid-19. Las medidas comunes que recoge son las siguientes:
- Acelerar el proceso de vacunación con el objetivo de alcanzar el 70% de la población de aquí al verano. La sanidad sigue siendo la prioridad. Ahora que disponemos por fin, no de una vacuna, sino de varias, lo más importante es vacunar al mayor porcentaje posible de la población cuanto antes (La temporada alta arrancará con un 40% de vacunados).
- Usar todos los recursos e imaginación al servicio de la vacunación. No debe haber excusas de ninguna clase. Incrementar el ritmo de vacunación salvará vidas y permitirá aliviar la economía, sometida a fuertes restricciones. Por eso hay que movilizar todos los recursos disponibles: sanidad privada, Ejército, instalaciones hoteleras, feriales e incluso autobuses como los que se utilizan en las campañas de donación de sangre, entre otros.
- Creación del certificado de vacunación. Además de informar de que la persona ha sido vacunada, este documento debería poder incluir también los resultados de test de Covid realizados, para facilitar la movilidad (Europa apuesta por un pasaporte único que acredite la vacunación).
- Admisión de las pruebas de antígenos a los viajeros para entrar en España. Dada la alta fiabilidad de los test de antígenos y su rapidez de realización es incomprensible que no se admitan al mismo nivel que las PCR para detectar el virus en las fronteras y evitar su propagación a otros países (Se acaba el tiempo: test de antígenos, clave para no hundir aún más al turismo).
- Coordinación entre Administraciones para evitar limitaciones a la movilidad en todo el territorio nacional. Las diferentes Administraciones deben de realizar un esfuerzo para superar enfrentamientos estériles entre ellas y enfocarse en facilitar a los ciudadanos soluciones inmediatas.
- Coordinación con la Unión Europea para la aplicación de criterios comunes. La coordinación interna debe tener su reflejo en la coordinación de criterios aplicados desde Bruselas. La Unión Europea no ha logrado hacer imperar la comunidad de criterios en el primer año de pandemia, pero está llamada a corregir esta circunstancia.
- Relanzamiento de la Marca España como destino turístico seguro y sostenible. Hay por delante un gran trabajo que llevar a cabo para reposicionar la Marca España. La imagen de nuestro país lleva muchas décadas vinculada a la de un destino turístico seguro y atractivo. A estos atributos debe sumarse la sostenibilidad.
- Incluir a todo el sector turístico en el Plan de Recuperación y Resiliencia Español para que pueda ser beneficiario de los fondos europeos (Next Generation). El Gobierno ha señalado reiteradamente que uno de los objetivos en su gestión de la crisis es “no dejar a nadie atrás”. Desde el sector turístico se les exige que lo cumplan. Del buen uso de los fondos europeos que están por llegar y que totalizarán hasta 140.000 millones de euros depende la recuperación de la economía (El turismo reclama 35.000 millones del fondo de rescate).
- Reducción del IVA a un tipo del 5% para todos los sectores, hasta finales del 2022. Esta medida incentivaría el consumo y aumentaría la competitividad del turismo español, facilitando que muchas empresas eviten el cierre.
- Ampliación de ERTE durante todo 2021 y eliminación de la cláusula de compromiso de mantenimiento del empleo, así como la conservación de las correspondientes ayudas a los autónomos (prestación de cese de actividad). Los ERTE están siendo una herramienta eficaz, pero es necesario que su cobertura se amplíe definitivamente a todo 2021. No tiene sentido la falta de certidumbre derivada de prórrogas continuas. Como han hecho otros países –caso representativo de Alemania- es de sentido común que los ERTE sigan vigentes durante el plazo necesario para facilitar la subsistencia de las empresas. Asimismo, es imprescindible atender de forma decidida las necesidades de los autónomos, cuyo número es elevado en el sector turístico (Agencias y hoteles: seis de cada diez empleados en ERTE).
- Ayudas directas para compensar la caída de actividad, y reducción por ley del alquiler de locales en un 50% durante un período de 12 meses. Sin facturación es imposible que los negocios hagan frente a los gastos. La única forma es poner en marcha una línea de ayudas directas y limitar el precio de los alquileres. Sin estas medidas, miles de pequeñas y medianas empresas están abocadas al cierre.
- Ayudas a la financiación del sector mediante la flexibilización, ampliación de plazos de carencia y de plazos de amortización de los créditos. La falta de liquidez y financiación amenaza con estrangular a las empresas, por lo tanto debe recurrirse a un criterio de flexibilidad en lo tocante a los plazos de carencia y amortizaciones.
- Financiación suficiente por parte del Estado a los municipios vía bonificaciones, para que los ayuntamientos puedan condonar o bonificar impuestos locales a los distintos actores turísticos, especialmente hoteles y restaurantes. La exoneración y bonificación de impuestos locales que gravan especialmente a la hostelería necesita de un apoyo específico por parte del Estado a los municipios.
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