Las 5 sorpresas turísticas del julio más loco de la historia

Ningún mes de julio de las últimas décadas se parece ni por asomo a la locura, incertidumbre y volatilidad que las empresas turísticas están viviendo estos días ante la pandemia del coronavirus. La imposibilidad para calibrar previamente el pulso de la demanda está dejando sorpresas, como que los vuelos van más llenos de lo esperado, y más hoteles de los planeados están abriendo, ante la confianza en la muy última hora. 

Junto a estos tres sorpresas, otras dos conforman el quinteto de sucesos inesperados para este julio, y ambas son a nivel accionarial, pues las transacciones hoteleras, que se esperaban que se activasen ante la falta de liquidez, están paradas, mientras se ha revelado que el Gobierno podrá nacionalizar a las aerolíneas que lo soliciten, pero no así a las grandes agencias ni a grupos turísticos verticales, al no ser estratégicos. Preferente detalla en este análisis cada uno de los 5 sucesos que están marcando el mes, según los expertos.

—Vuelos llenos. Las aerolíneas habían sido muy conservadoras a la hora de programar vuelos tras las primeras semanas de “nueva normalidad. En la mayoría de casos han arrancado con poco más del 10 por ciento de su capacidad, y el mercado ha respondido mejor de lo esperado. De hecho, en Baleares las quejas por los altos precios ya son el tema de apertura de los periódicos locales.

—Más hoteles abren. Cadenas que en un primer momento habían descartado abrir en destinos como Mallorca, están reajustando estos días de urgencia sus planes y abriendo más establecimientos de los que pensaban operar. Las cancelaciones ante tanta flexibilidad con las reservas están suponiendo un galimatías para la planificación, pero se percibe interés en viajar de más gente de la esperada.

—Reservas de muy última hora. La característica de las reservas que van entrando es que bastantes más de lo habituales están hechas alrededor de una semana antes. Los miedos a rebrotes y confinamientos tanto en origen como en destino están condicionando los plazos habituales de anticipación para reservar. Por ello, se espera que en agosto y septiembre las ocupaciones puedan mejorar más de lo que se tiene reservado hoy. 

—Transacciones paralizadas. La necesidad de liquidez hacía prever en marzo que en julio ya podrían registrarse algunas ventas de activos hoteleros . No obstante, los compradores están paralizados ante la inédita incertidumbre y volatilidad anímica, Ni fondos ni hoteleros se atreven a adquirir porque les es imposible saber si acabará siendo muy caro o muy barato, incluso con grandes rebajas.

—Nacionalizaciones para aerolíneas pero no para agencias. Las aerolíneas españolas han recibido la sorpresa de que todas pueden recibir dinero público para garantizar su supervivencia y evitar su quiebra, aunque ello implique valorarlas en casi cero y no hacer ricos a sus dueños con los recursos de los contribuyentes. Sin embargo, las grandes agencias y touroperadores, y los grupos verticales, no podrán acogerse a este fondo del Gobierno por varios motivos, de modo que se vislumbra unos meses por delante muy agitados.