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EDICIÓN ESPAÑA

Los portales de alquileres de pisos turísticos campan a sus anchas de forma incontrolada

Las agencias se fortalecen ante el descontrol de los alquileres

A nivel de imagen, las agencias ganan peso ante estas webs que se desentienden de los problemas que les surgen a menudo a los clientes, guiados casi siempre por el precio.
A Airbnb le siguieron Home Away y una catarata de medianas y pequeñas empresas que llevan desde entonces compitiendo deslealmente con los hoteles

Las agencias de viajes se están fortaleciendo ante los portales de alquileres de pisos turísticos, que en muchos de los casos campan a sus anchas en la mayoría de las capitales y destinos turísticos, de forma incontrolada y sin reglar. A nivel de imagen, las agencias ganan peso ante estas webs que se desentienden de los problemas que les surgen a menudo a los clientes, guiados casi siempre por el precio. El diario ABC las llama “benditas agencias de viajes” en un titular de un interesante artículo de su director adjunto Ramón Pérez Maura:

 

Recuerdo bien la primera vez que lo oí mentar. Era marzo de 2016 y el presidente de una gran firma madrileña ofrecía un almuerzo a una de sus colegas europeas, que resultaba ser una Rothschild, miembro de esa gran familia europea de origen alemán que tiene ramas en Francia, Reino Unido, Austria e Italia. En la mesa había un ministro en ejercicio, un embajador acreditado en Madrid, un notable financiero... no más de ocho personas en total. Por aquello de romper el hielo, el anfitrión preguntó a su homenajeada dónde se hospedaba en Madrid, a lo que la señora respondió sin pestañear: «Atocha 25». Silencio en la sala. Todos los allí presentes rebuscábamos en nuestra memoria qué hotel podía haber en esa dirección. Al fin el anfitrión preguntó abiertamente de qué hotel se trataba y ella respondió como si todos supiéramos de qué estaba hablando: “Airbnb”.

 

AIRBNBFRANCIAEste es el portal más conocido en el mundo en el mercado de alquileres de pisos, el líder indiscutible, el que se ha hecho hipermillonario burlando la legislación, el que se aprovechó de la durísima crisis que hemos vivido durante estos diez últimos años para llegar a todo tipo de clientes, especialmente familias, y el que no se hace cargos de las situaciones adversas que viven sus alquilados.

 

Ninguno de los allí presentes habíamos oído hablar de esa plataforma nunca. El anfitrión insistió: «Y ¿qué tiene de malo el Ritz?». A lo que la señora Rothschild respondió «que todos son iguales». Rápidamente nos explicó que a ella le gustaba ver cómo vive la gente en cada país. Preguntada cuánto pagaba por «Atocha 25» respondió con una gran sonrisa que 27 euros por noche. Antes de confesar que era la peor casa que había reservado nunca por esta vía”.

 

A Airbnb le siguieron Home Away y una catarata de medianas y pequeñas empresas que llevan desde entonces compitiendo deslealmente con los hoteles. La demanda ha sido tal que hasta algunas cadenas se han sumado a la política de estas webs y empiezan a alquilar pisos de la misma manera que los citados. Pero Airbnb continúa arriba y, por consiguiente, siendo protagonistas de casos sonados.

 

Desde entonces todos hemos oído hablar mucho de Airbnb. De las maravillosas ofertas que consiguen algunas personas y de cómo les facilita su movilidad. Y sin duda es cierto. Pero hay peligros evidentes. Conozco el caso de nueve jóvenes que alquilaron el mes pasado en Mallorca una magnífica casa que costaba 3.000 euros por una semana. La página con el logo de Airbnb situaba la vivienda en Camí Serra 12, 07181-Cas Català, Illes Balears. Cuando los nueve amigos llegaron allí, en esa dirección no había más que un descampado.

 

La reclamación a Airbnb dio varias vueltas. La página con el logo de Airbnb resultó ser una página clonada, no era real. Lo que la compañía empleó como excusa para desentenderse de la estafa. La compañía argumenta también que en su página se dice expresamente que nunca hay que pagar por transferencia, lo que los jóvenes habían hecho, sino con tarjeta de crédito. Como es lógico, en la página clonada ese mensaje no aparecía. Pero lo más sorprendente es que mientras los jóvenes llamaban y denunciaban la estafa a Airbnb, la página en la que se anunciaba la casa con el logo de Airbnb y con la que ellos habían sido estafados siguió durante 48 horas en la web como forma de captar más clientes a los que robar sus 3.000 euros.

 

Sin duda Airbnb no tiene una responsabilidad directa porque la estafa fue hecha por fuera de su página. Pero en las redes se tiene una responsabilidad cuando no se vigila el que se emplee tu propio nombre y logo como forma de estafar a terceros. Cuando una página que estafa con el nombre de Airbnb puede estar en la red al menos dos meses sin que nadie tome medidas para evitar el fraude. Y, lo que es más flagrante, cuando se denuncia la estafa y la página sigue abierta”.

 

Nada que ver con las agencias de viajes tradicionales y con los turoperadores ahora denostados, aunque no es la primera vez que algunos turistas se quedan tirados por la quiebra de un operador europeo o español, pero son situaciones bien distintas. La mayoría de las redes y las individuales dan la cara por sus clientes de toda la vida y no se esconden o dan la cara cuando aparecen los problemas. De ahí que reciban el aplauso de los grandes medios.

 

Esta nueva forma de alojarse cuando se viaja tiene virtudes y defectos y sin duda las redes ofrecen unas vías de comunicación que dan alternativas magníficas. Pero al final, es mucho más fácil ser víctima de una estafa en la que es casi imposible encontrar el autor de la misma. Lo que nunca ocurriría si se alquilara un piso por medio de una agencia inmobiliaria o se alquilase un apartahotel por medio de una agencia de viajes. Las benditas agencias que te dan un trato personal y donde una persona con cara y ojos se hace responsable de lo que contratas. Si no, sólo te queda la denuncia en la comisaría, como la que hicieron los nueve jóvenes de esta historia”.


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    AEVAV
    7 años

    Rosa , habla de las bondades de las Agencias tradicionales físicas. y por supuesto que se dice si es una agencia clonada o que hace una estafa ya lo creo que se dice

    isabel creus
    7 años

    Clonadas o no paginas webs la realidad es que Airbnb se desentiende en caso de reserva fraudulenta y has de tratar directamente con el " Anfitrion " y llegar a un acuerdo con él. Mas de un caso que se han publicado casas o aptos en estado lamentable pero que en la web resultan super atractivos con unas fotos preciosas . Lo que no dicen es que hay insectos, moqueta asquerosa , wc repugnante y una nevera en la que no pondrias a refrescar ni una botella de agua

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