Las grandes cadenas hoteleras americanas, encabezadas por Marriott, Hilton o InterContinental, han declarado una guerra frontal contra Booking (Priceline) y Expedia, las dos mayores OTAs del mundo. Estos días lanzaron una campaña de marketing dirigida a recuperar negocio del que actualmente les llega a través de estos intermediarios, que se llevan comisiones que pueden llegar al 30 por ciento.
Algunas de estas campañas consisten en ofrecer precios más bajos a los clientes que compren directamente a las cadenas o, en su lugar, premios de algún tipo si tienen tarjeta de fidelización y compran en la web.
La dura reacción se antoja complicada debido a que los portales tipo Expedia o Booking se han convertido en omnipresentes en el negocio de la organización de viajes. El año 2016, estas OTAs vendieron 99 mil millones de dólares en viajes.
Según los estudios sectoriales, el 52 por ciento de los viajeros americanos reserva a través de estas agencias en lugar de ir directamente a las páginas web de los hoteles. A más jóvenes, más dependen de estos intermediarios y menos interés tienen en las tarjetas de fidelización que intentan promover el seguimiento de una marca. Los usuarios más jóvenes explican que prefieren los sitios online no dependientes de una cadena porque ofrecen más gama de alternativas y permiten añadir aviones y coches.
Las campañas, aparentemente coordinadas, lanzadas por las grandes cadenas, es un nuevo episodio en veinte años de relaciones tormentosas, llenas de críticas y enfrentamientos.
En Hilton indican que el objetivo de sus campañas es educar a los clientes para que cambien sus comportamientos, porque creen que consiguen el mejor precio cuando no es así.
Una de las campañas lanzadas dice “Deje de clickear”; otra permite que los puntos acumulados en las tarjetas se puedan también gastar en Amazon, lo cual es un incentivo. Mientras, las OTAs dicen que sus plataformas consiguen atraer clientes que de otra forma no viajarían. En todo caso, no parecen haber reaccionado a estas campañas.
En Hilton indican que el objetivo de sus campañas es educar a los clientes para que cambien sus comportamientos, porque creen que consiguen el mejor precio cuando no es así.
si y luego llega el cliente que lo sabe todo y piensa que es mas listo reservando en booking y con la ilusión de pagar menos paga mas. pero se va de listo.
Lamento decir que Gobbles era 100 años en anticipo en el control de las multitudes.