Las dificultades de Arabia para competir con Canarias y su oferta hotelera real hoy

Arabia Saudita lleva varios años apostando por un crecimiento del turismo. Se trata de un propósito marcado por el príncipe heredero Mohamed Bin Salman, que pretende que, en 2030, represente alrededor del 10% del PIB, el doble que en la actualidad. (Arabia: dinero para que las aerolíneas la visiten)

Según una información publicada por Expansión, si quiere conseguirlo, el país debería captar cerca de 100 millones de turistas. Y en ello avanzan, con el lanzamiento de diferentes proyectos de futuro, como el Red Sea Project o el Amaala, así como con una apuesta por el segmento deportivo, con el futbol y el golf como máximos exponentes. (Dubái quita impuestos al alcohol para captar turismo)

El foco está puesto especialmente en la competencia con Canarias durante la temporada de invierno, aunque aún hay muchas trabas que harán difícil dicho objetivo. El archipiélago español parte con ventaja en varios aspectos geográficos, como un clima cálido con menos olas de calor, y la cercanía con grandes mercados emisores.

En el ámbito cultural, Arabia también tiene serias dificultades, especialmente por el papel inferior que otorgan a la mujer. Igual ocurre en lo social y económico, ya que cuentan con limitaciones en el consumo de alcohol, y los precios de su oferta son, en la mayoría de los casos, desorbitados.

Asimismo, su oferta hotelera es muy desigual. Se limita a ofrecer hoteles de una estrella para aquellos peregrinos de bajo nivel económico que visitan Medina o La Meca, y ya de cinco estrellas para aquellos que visitan la región por motivos de negocios.

En este contexto, todo apunta a que la oferta turística de España, y en concreto de Canarias, no se verá amenazada en el corto-medio plazo. Los proyectos saudís son ambiciosos y traerán sus frutos, pero aún tienen muchos aspectos que corregir.