El Hotel Santa Catalina, un establecimiento de lujo inaugurado en 1.890 en Las Palmas de Gran Canaria, apenas reporta 24.000 euros anuales a su propietario, el Ayuntamiento de la ciudad. Por ello, el Consistorio no descarta vender el inmueble o rescindir el contrato con la gestora Hotelera Nueva Canaria, vigente desde 1.994.
Según el regional Canarias7, hace meses que los responsables municipales intentan romper el actual contrato, que no expira hasta 2017. Los ingresos que recibe por la explotación del hotel se han reducido un 96% desde que se trasladó el casino desde el parque Doramas hacia las ramblas de Juan Rodríguez Doreste. Antes del cambio de ubicación de la sala de juegos, el Ayuntamiento de Las Palmas percibía anualmente 600.000 euros.
Compañías hoteleras canarias e internacionales se han puesto en contacto ya con el Consistorio, interesándose por la gestión del hotel Santa Catalina. Sin embargo, aún están abiertas las dos posibilidades que se barajan: la venta del establecimiento o una nueva concesión.
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