Madrid, Barcelona, Bilbao, Valencia, Sevilla o Málaga estallan por los perjuicios que los pisos turísticos vienen causando a los residentes desde la irrupción de Airbnb, a partir de cuando se disparó agudamente el precio de la vivienda y se acentuó la pérdida de identidad de los centros históricos y se deterioró la convivencia vecinal (Riu y Escarrer dejan claro al responsable de la masificación).
Esta semana, la nueva 'Airbnbfobia' se ha mostrado en unas redes que se han llenado de gente denunciando que los portales de algunas ciudades andaluzas están llenos de cajas de llaves para los clientes de los pisos turísticos. "Esto antes era un hogar", reza una pegatina pegada en un candado para llaves de pisos turísticos en Sevilla (El lobby de Airbnb ataca a Exceltur sin rebatir su cascada de argumentos).
En ciudades importantes de Andalucía, como Málaga o Sevilla, aparte de pegatinas con mensajes antituristas, se está empezando a poner pegamento para evitar que puedan abrirse las cajas de llaves y así impedir la entrada de los viajeros, según Vozpópuli (Baleares pide multas espectaculares a Airbnb mientras la exime de la ecotasa).
Los lobbies del alquiler vacacional ciñen su defensa a que hacen competencia a los hoteles y a que vecinos problemáticos pueden darse también con el inquilino de larga estancia, aunque omiten referirse al encarecimiento de los pisos y a que los conflictos con un vecino residente son menos frecuentes porque le importa más su entorno (El lobby de Airbnb se debilita por su falta de argumentos).
Los usos turísticos de viviendas tuvieron su boom pese a que los planes urbanísticos de los ayuntamientos dividen las zonas en residenciales, turísticas, rústicas e industriales, a fin de equilibrar consumos de espacios públicos y recursos, pero las autoridades fomentaron este incumplimiento, seducidas por lo que se llamó "democratizar el turismo" (Vivienda, saturación y atascos: el origen del problema es el mismo).
El deseo de perjudicar a los hoteleros cegó a los gobernantes sobre que los daños iban a ser aún mayores para el conjunto de la ciudadanía, que vería desde hace casi una década aún más dificultado su acceso a la vivienda, en un profundo error de percepción entonces que recientemente fue reconocido hasta por el líder del colectivo ecologista balear GOB (Vivienda, saturación y atascos: el origen del problema es el mismo).
Asimismo, la mayoría del parque de viviendas turísticas tampoco ha acabado atomizado entre los pequeños propietarios, sino que son un reducido número el que controla una importante parte de la oferta, aunque los políticos han temido cumplir las leyes que previenen el desmadre al que se ha llegado, pensando que tras ellos habría más votantes de los que hay en realidad (La era Armengol dispara un 30% el turismo pese a las mismas camas hoteleras).
La esperada Ley de Vivienda, cuyo fin principal debiera ser abaratar el acceso a este derecho constitucional tras haberse disparado su precio en principal parte por el auge del alquiler vacacional auspiciado por Airbnb, supone una oportunidad para regular una oferta que ha crecido sin control al haber burlado los planes urbanísticos locales (Demostrado: Airbnb dispara el precio del alquiler a los residentes).
Aunque las autoridades estén intentando antes de las elecciones presentar una serie de medidas como facilitar nuevas promociones, su impacto se espera mínimo en comparación que lo que significaría devolver al mercado residencial una importante cuota de viviendas que se pasaron al uso turístico.
A nivel legislativo, la prohibición del alquiler de corta estancia en zonas marcadas como residenciales por los PGOU contaría con el refrendo jurídico que paliase la anomalía que ha supuesto en la ordenación urbana que se permita el uso turístico en áreas delimitadas por sus recursos y entorno para la utilización residencial, rústica o industrial.
Junto a la directa prohibición, con un plazo de años para que la oferta vacacional pueda adecuarse al uso que estipulan las leyes, las otras dos propuestas irían encaminadas al uso fiscal de un lado por la parte de estímulos, y de otra de penalizaciones a fin de lograr un trasvase de viviendas del mercado turístico hacia el residencial.
Las bonificaciones tributarias que compensasen la cierta pérdida de rentabilidad del alquiler de larga estancia frente al de corta supondrían una medida efectiva para potenciar este trasvase, al mismo tiempo que las penalizaciones fiscales a quienes lo mantuviesen, debido a su impacto negativo para el interés general (Propuesta: las 3 medidas para minimizar a los Airbnb).
La aplicación de estas tres propuestas representaría un impacto muy destacado en revertir la tendencia acelerada hace diez años, cuyas consecuencias actuales han sido el haber dificultado el acceso a la vivienda a los locales, el empeoramiento de la convivencia en los barrios, la pérdida de identidad de los cascos históricos y la menor contribución fiscal y laboral respecto a la oferta reglada (El ecologismo admite haber errado en apoyar el alquiler vacacional por su obsesión contra los hoteleros).
Y lo s que teníamos viviendas en Canarias y nos han reformado complejos turísticos al lado en hoteles que organizan fiestas,con venta de entradas y si llamas a la policia te contestan que no tienen aparatos de medición y te ponen la multa a ti ,1500 euros por interrumpir una línea de emergencia.Nos pretenden echar de zonas donde vivimos desde los 80.Yo fui a los tribunales y gane en todas las instancias.
Siempre ha sido un medio de vida de mucha gente,que aparentemente los hoteleros quieren eliminar.Que construyan viviendas con alquileres accesibles para sus empleados.Se solucionaría el problema
Cuando hay vacas flacas los dueños de apartamentos que se las apañen como pueden ,pero cuando las vacas gordas se acuerdan de la unidad de explotación y los canarios y extranjeros que llevan años empadronados en los apartamentos a lacalle.
La policía sabe que determinadas zonas son ruidosas y ponen como excusa que no tienen aparato de medición. Lo de multar a quien llama ya me parece una sinvergüenceria.
cuando los langostos ponen la tv a todo trapo por la noche , eso no les molesta...
Están demonizando el piso turistico y esto no es así. Gracias ellos mucha gente puede ir de vaciones, no se pueden pagar un hotel; además los q están en la plataformas tienen q estar legalizados y cumplen con la ley pagando sus impuestos. El turista normalmente está muy poco en el apartamento por lo tanto molesta muy poco a los vecinos, las normas de la gran mayoría prohiben fiestas y ruidos a partir de determinadas horas y sin embargo crea trabajo y tampoco es cierto q esté en manos de grandes propietarios todo lo contrario, son pequeños propietarios la mayoría con un piso
Por favor dejen de hacer artículos como este q perjudican a quien no tiene culpa del problema de la vivienda. Quien tiene q solucionar el problema de la vivienda son los políticos facilitando el alquiler social q llevan un montón de años sin hacer nada, no el pequeño propietario
Tienes toda la razon
ABSOLUTA RAZÓN.
Todo depende del tipo de turismo. Existe el turismo gritón y de borrachera (es cierto que muchas veces atraído por el cachondeo patrio), y ese perfil turístico se pasa las normas por el arco del triunfo. Y sí, los pisos turísticos son causa frecuente de molestias vecinales.
Menudo artículo....totalmente imparcial y lleno de argumentario, bravo!
Airbag, rentalia....tienen que desaparecer o con normas estrictas.
Mis inquilinos me han puesto mi casa como vacacional en Airbnb, rentalia, mil anuncios
Sólo piden la dirección de la vivienda...
Estoy viviendo una pesadilla.
El problema del alquiler se acabaría si pudieras echar a un inquilino que no paga, mientras se defienda más al okupa que a los dueños de los pisos la gente seguirá teniendo miedo a alquilar de larga duración,
Amén a eso.
Absolutamente toda la razón, además el gobierno que haga viviendas sociales que no se meta con la propiedad privada. Que a muchos le ha costado pagar durante muchos años un esfuerzo con trabajo y ahorro pagarlas.
Que no puede hacer el gobierno es imponerle a la propiedad privada lo que ellos no son capaces de hacer.
Se solucionaría con el simple hecho que dices el que no paga debe de echarse de la propiedad.Los propietarios para defenderse tienen que estar solicitando un montón de documentos y viendo si son o no solventes sus posibles inquilinos y ya no hablemos que si tienen niños y menores o bebés… esta gente está clamando al cielo para encontrar un alquiler. Uy como se te queden de Inquiokupas no hay forma de echarlos. Asi que aquellas familias que tienen poca solvencia demostrada no les alquilan.
tengo un amigo que vive junto al Ushuaia, en Ibiza. Conciertos en zona urbana de 12 de la mañana a 12 de la noche. Unos 9.000 asistentes, colas, botellones y drogas... Eso no es alquiler vacacional. Pero claro, eso no molesta 🙂