Los hoteles de cinco estrellas de las zonas vacacionales no brillaron en julio con la intensidad programada, incluidos los destinos "top" de Baleares y Canarias. Las ocupaciones fueron aceptables, en línea con el año pasado, pero no se cumplieron los objetivos previstos en la mayoría de los casos. Todo hace indicar que agosto transcurrirá por los mismos derroteros.
La razón por la que no se han alcanzado las ocupaciones esperadas radica en la subida de los precios, según todas las fuentes consultadas por este digital. "Hay que tener en cuenta que los establecimientos de alta gama aumentaron esta temporada las tarifas sobre unos precios que ya habían registrado subidas en los años anteriores", indica el representante de un operador de Alemania.
Los hoteles de cinco estrellas con mayor planta hotelera de Tenerife Sur, y en especial los más renombrados, desde Guía de Isora a Arona pasando por los de Costa Adeje, no sólo no llenaron sino que algunos se las vieron y desearon para llegar al 80 por ciento. Las grandes marcas echaron el resto para lograr acercarse a los objetivos planificados meses antes, sin éxito en muchos casos.
El hotel de Tenerife Sur de cinco estrellas que a lo largo de julio se publicitaba a lo grande en distintos medios nacionales, logró en la última semana alcanzar el cien por cien de ocupación. Para ello tuvieron que rebajar los precios de forma considerable. Este establecimiento está franquiciado a una multinacional norteamericana y en su año de vida le está costando muchísimo posicionarse entre la élite. Ha tenido meses con un 30 por ciento de ocupación a pesar de su enseña global.
En Baleares, sobre todo Mallorca e Ibiza, y más concretamente en esta última, los aumentos de precios también les están pasando factura. "En Ibiza pueden morir de éxito. Año tras año suben las tarifas a un ritmo elevado, como si no hubiera en el mundo más destinos de alto nivel que la Pitiusa. Hoy se pueden encontrar habitaciones libres en este tipo de hoteles ", enfatiza otra fuente fiable. En Ibiza varios hoteles no llegaron en julio al 60 por ciento de ocupación.
Ocupaciones que también se sitúan por debajo de lo previsto en los hoteles más afamados de Mallorca, como los que están rodeados de campos de golf a las afueras de Palma. Igual sucede en la Costa del Sol y en la costa gaditana. Pero ello no está reñido con las rentabilidades: van a ganar más que el año pasado tanto en la mayor de las Baleares como en el archipiélago canario y en Andalucía.
Sobre todo en Canarias. Sirvan este par de ejemplos: la cadena de los Fluxá explota un hotel en Costa Adeje que registra un beneficio por habitación por encima de los más rentables de los que tiene en el Caribe. Y en la hotelera de los Piñero, como se apuntó aquí en una pasada crónica, su establecimiento de Costa Adeje gana más que alguno de los de República Dominicana, sin ser de alta gama.
De un tiempo a esta parte, todos los hoteles que se abren en Canarias y Baleares son de elevada categoría. Incluso hay cadenas pequeñas que se reposicionan en el lujo. ¿Hay suficiente clientela de alto standing para llenar los hoteles de cinco estrellas y, sobre todo, los que están por abrir?. La ventaja de España es que sus competidores más directos siguen lastimados pese a vender el lujo a 50 euros la noche.
Es difícil comercializar producto de 5 estrellas (me refiero a la Playa de Palma) conviviendo con miles de jóvenes borrachos gritando y vomitando. O una cosa o la otra. Habrá que decidir.