El tiempo corre y la directiva de viajes organizados europea sigue abriendo frentes para el debate. Ahora, en Italia, los hoteleros están protestando porque el país tiene la tradición de ofrecer servicios adicionales a la habitación, lo cual no encaja en el modelo de la directiva que, como idea central, lo prohíbe. Esos servicios, en según qué interpretaciones, deberían ser vendidos por una agencia de viajes y no por el hotel, lo que genera tensiones que tienen al ministerio enfrentado con parte del sector.
Según publica TTG Italia, el problema es que la directiva otorga a los agentes de viaje el papel de “organizador responsable de la implementación de los servicios turísticos prestados en un paquete”, pero los hoteleros exigen que en la trasposición a Italia de la directiva, se reconozca la tradición italiana de ofrecer servicios a quien tiene una habitación.
Los hoteleros piden que se añada a la norma que si el hotel ofrece baños termales al cliente, y esto no estaba en el paquete original, que pueda mantenerse el servicio por mucho que no hubiera sido contratado a través de la agencia de viajes y por mucho que el hotel no tenga la cualificación de “profesional de operador turístico”, ahora exigible en cada contrato de prestación de servicios.
Los países de la Unión Europea tienen hasta el 1 de enero de 2018 para poner en marcha la nueva directiva, que es un respaldo a los agentes de viajes, pero en casi todos los países se suceden los enfrentamientos sectoriales por las particularidades como en este caso de Italia.
La ley es dura, pero es la ley.
A ver, a las agencias les multiplican los avales, la responsabilidad, las compañías aéreas les retiran las comisiones, los proveedores les saltan en cuanto pueden y ofrecen netos al cliente final ..., pues alguna vez la tortilla tendría que caer del otro lado. Que se saque licencia cada hotel y que asuma los seguros y responsabilidades de un touroperador. Y lo mismo va por los transportistas que comercializan "servicios auxiliares y servicios conexos".
Eso en España ya se ha solventado inventándose, como en Canarias, la figura del intermediario turístico, que no puede hacer paquetes de viaje combinado pero si ofrecer actividades complementarias. En el caso de los hoteles alegaran que en su condición de hotel venden el alojamiento y en la de intermediario, el resto de actividades; su coste: CERO. Estos intermediarios no depositan avales ni garantía alguna y así siguen dándonos por el tubo de escape a las agencias de viajes