El sector hotelero español tiene motivos para encontrarse en su peor momento ante un segundo verano en los niveles más bajos que nunca registraron, viviendo esta temporada alta además una montaña rusa emocional ante el auge y caída de reservas por las restricciones de los principales emisores. Esta situación parece coyuntural pero el temor a largo plazo viene de confirmar que las viviendas turísticas han arañado estos dos veranos una cuota importante que parece difícil que mengüe en el futuro.
Así, la industria hotelera tiembla por un fenómeno como el del alquiler vacacional que se ha disparado en los últimos años, entre el descontrol de las autoridades, que han permitido que se mezclasen usos turísticos en zonas residenciales, unido a la falta de impuestos, a la escasa creación de empleo de este tipo de producto, y del fuerte encarecimiento de la vivienda que ha supuesto achicar el parque del largo plazo en detrimento del destinado a la corta estancia para viajeros.
Las últimas estadísticas publicadas esta semana muestran que las ocupaciones de las viviendas turísticas rozan el lleno, en contraste con una planta hotelera que, pese a no estar abierta en su totalidad, apenas logra llenar la mitad de sus habitaciones, en una tendencia que se consolida tras haberse visto acelerada por la pandemia, y con apariencia de que se trate de un fenómeno ya irreversible.
La oferta de alquiler vacacional se ha visto aupada gracias a que las grandes agencias online como Booking las ha promocionado en sus portales, hasta suponer alrededor de la mitad de su catálogo, al tiempo que ha permitido que algunos propietarios, que ya obtenían unos buenos rendimientos de sus inmuebles gracias al inquilino residencial, hayan podido disparar sus beneficios gracias a dedicar sus viviendas para la corta estancia, aunque con ello haya ido en contra del interés general al dificultar sobremanera el acceso a una casa para los menos pudientes.
Los hoteles vacacionales son considerados por los expertos como los que saldrán fortalecidos tras la pandemia, a diferencia de los urbanos debido al vaticinio de que los viajes de empresa decaerán ante el auge de las videollamadas y el teletrabajo.
Airbnb, como ha venido detallando 'Desarrollo', se ha convertido en paralelo desde la pandemia en la agencia turística más revalorizada ante esta tendencia, y gracias también a que, comparado a sus rivales como Booking, tiene una menor dependencia de Google para captar tráfico, al gozar de un elevado porcentaje de cliente que entra en su web tecleando directamente su marca (Airbnb y Oyo, la cara y la cruz de los productos turísticos más revolucionarios).
Así, los cambios de paradigma en la demanda que ha traído el coronavirus, que también van a seguir impactado sobremanera a los turoperadores de masas, hacen aflorar amenazas estructurales para la hotelería vacacional. El segmento se prepara de este modo para afrontar su otoño más asfixiado, tras un segundo verano terrible sin llegar a la mitad de británicos, alemanes y franceses de otros años, y con el previsto desembarco de nuevos propietarios financieros, que deberán replantearse sus productos para asemejarlos más a las viviendas con por ejemplo habitaciones más amplias.
Y todavía le sorprende alguien con los precios disparados, alejados de la realidad social y económica del país que en algunos sitios turísticos tienen precios incluso superiores a hoteles de similar categoría a los que había en Nueva York sin ir más lejos antes de la pandemia, cuando están en España, cuya renta está a años luz de la ciudad norteamericana. Intenten reservar un hotel, no un hotel de cinco estrellas, que también, con precios fuera de mercado y de la realidad, no puede ser que un cuatro estrellas normalito cueste doscientos euros solo noche o un cinco, cuatrocientos, quinientos euros y bastante más la noche, por una doble se entiende, no una suite o incluso un hotel del montón de dos estrellas pide 100 euros noche.. Esos precios se ven a finales de verano y principios del otoño astronómico, ya ni me imagino en la primera quincena de agosto.
Venía a decir lo mismo, pero ya lo has dicho tu de la manera más clara y real
la renta de españa estara a años luz de la de NY pero los impuestos y suministros no.
No es culpa de airbnb sino que la gente busca seguridad sanitaria es decir quieren limitar a máximo contacto con otras personas.
En hotles, si no son de 5*, siempre se comparte algo; ascensores, comedores, accesos etc. En pisos o casad rurales este contacto casi no existe.
Ellos quieren que la gente se vacune y guarde distancias: el resultado va a ser compras por Amazon, comida por globo y vacaciones en Airbnb, y los comercios locales, restaurantes y hoteles se pudrirán.
Eso pasa por ser inepto y miedica. Colapso mundial.
Si todo el alquiler vacacional estuviera regulado, no habrían problemas de ningún tipo. Las mafias empiezan por ahí, los impuestos hay que pagarlos si no no estamos jugando al mismo juego.
Todos los alquileres realizados a través de Booking y Airbnb, que son la mayoría, hay que declararlos. De hecho, ambas plataformas deben informar (y así lo hacen) a la Aeat de los ingresos realizados por transferencia a cada cuenta. La Administración Central sí se preocupa de recaudar su parte.
Otra cosa es que no paguen la ecotasa si no están legalizados/regulados, lo que evidentemente repercute a la Comunidad Autónoma, que no ha sabido espabilar en regularizar esta situación.
Si, ya pagamos impuestos fiscales tambien nosotros con airbnb. Ya está el piso parejo. Pero la hotelería con precios por las nubes y espacios comunes que algunos vacacionistas evitamos. Los huéspedes buscan limpieza y protección x lo de la PD. Y también pagamos insumos necesarios para dar un excelente servicio, y cumplir al 100 con las normas sanitarias. La falta de trabajo por la PD. Ocasionó también que buscaramos otra manera de subsistir con Airbnb tuvimos esa oportunidad. Saludos y bendiciones .
Ya pagué los impuestos en su día cuando compré la casa y los pago religiosamente cada mes o trimestre. Es mi CASA Y NADIE ME DICE LO QUE TENGO QUE HACER CON ELLA. Cuando los politicos corruptos que hacen estas leyes que son los primeros en meter la mano y apropiarse de lo ajeno den ejemplo junto con EMERITOS y se vean buenas carreteras, sanidad en condiciones, inversiones, etc entonces la gente pagarà con gusto lo que se tenga que pagar pero para que vayan a sus bolsillos o en las manos de sus mujeres /amantes con joyas para eso se lo quedan ellos que son los propietarios.
Si, pero que pasa cuando pido una factura por un alojamiento reservado en Airbnb ? Pues que me dan sólo una factura por los servicios de Airbnb; por el alquiler, no hay manera. Me gasto 400,00 euros y la factura es por 45,00 euros. Donde estan los euros que faltan.
Cuando pido una factura en un Hotel, me la dan sin problemas y por el total que he pagado, con desayunos, servicio de bar, restaurante, masajes y lo que haya consumido y con su IVA conrrespondiente que va a parar a donde ya sabemos.
Si, cuando se compra una casa, se pagan los impuestos, pero es que los hoteles también y siguen pagando .....
Muy interesante la noticia