Luto en el Turismo: nos deja un pionero, Callejón Blanco

El turismo malagueño se viste de luto con la muerte de Luis Callejón Blanco. El empresario y emprendedor ha muerto al pie del cañón. Callejón fue uno de los grandes impulsores del asociacionismo hotelero, fundador de la patronal hotelera de la Costa del Sol, de la que fue primer presidente, y motor hace casi cuatro décadas  de la gran patronal de los hoteles y apartamentos turísticos de España, Zontur, de la que también fue presidente.

Luis Callejón llevó a cabo numerosos proyectos tanto en su Málaga de adopción—él era natural de Granada y ejercía de granadino pero siempre estuvo vinculado a la Costa del Sol, un caso único—como fuera de la provincia malagueña, destacando su participación activa en la apertura del turismo cubano al mundo. Fue el primero en aterrizar en La Habana y siempre contaba que Meliá entró allí después de que convenciera al segundo de Escarrer, Juan Vives.

Durante años estuvo asesorando al Gobierno cubano. Primero estuvo al lado del hombre fuerte del turismo de la isla caribeña por muchos años, Abraham Maciques, quien a través del Grupo Cubanacan realizó un trabajo meritorio en la captación de socios hoteleros foráneos, especialmente españoles y canadienses. Posteriormente ejerció de asesor del poderoso ministro Osmany Cienfuegos. Este lo llamaba con guasa “mi secretario español”.

Tras el reposicionamiento turístico de Cuba, Callejón Blanco quiso involucrarse en el desarrollo  de otro país, China, que también se abría al mundo de las inversiones turísticas, pero aquella fue una tarea ardua y compleja por la gran diferencia cultural, de idiosincrasia, de enormes dimensiones  y de intereses múltiples. Igualmente quiso participar en el desarrollo de Curazao, pero la apuesta de este país fue menor. Regreso a su Torremolinos querido.

En el pionero municipio turístico de la Costa del Sol se puso al frente del Palacio de Congresos, dependiente de Turespaña, al que relanzó, y puso en marcha una feria de turismo enfocada al mundo latino, Euroal, que año tras año se fue consolidando. Callejón fue director de hotel, empresario, emprendedor, consultor, asesor y padre de ejecutivos como el actual presidente de Aehcos, del mismo nombre. Siempre vivió por y para el turismo.

Nunca quiso que se supiera su edad, que rondaría ahora los ochenta. Él seguía al frente de Euroal, que dirigía como un chaval. Sus grandes amigos, desde Janer y Miralles pasando por el dueño de Chinasol, lloran su muerte. Como la lloran cientos de personas que estuvieron a su lado como empleados, socios, ayudantes e íntimos. Callejón Blanco fue un pionero, a veces políticamente incorrecto (a Dios gracias), uno de los mejores, y sobre todo, una gran persona.