La Asociación Empresarial Hotelera de Madrid estima, sin contar con un censo oficial, que la capital tiene por lo menos 8.000 viviendas que funcionan como alojamientos turísticos al margen de la legalidad. Se trata de casas, pisos, apartamentos y habitaciones de particulares que se alquilan a turistas, sobre todo a través de Internet. Los hoteleros creen que esta oferta ha destruido el 15% del negocio madrileño.
Para atajar o intentar regular esta situación, el concejal socialista Gabriel Calles va a defender este miércoles una proposición del grupo del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid. Según publica Vozpópuli, el texto pide que “se cree una comisión de trabajo con la finalidad de proponer medidas que impidan esta práctica y que se encomiende a los servicios municipales la realización, antes del inicio del verano, de una campaña de inspección sobre inmuebles donde se prestan servicios de hostelería sin contar con las debidas autorizaciones”.
El caso es que estos alquileres particulares compiten con los establecimientos hoteleros pero, a diferencia de estos, no pagan impuestos por esta actividad ni por los ingresos que genera.
Ana Isabel Mariño, consejera madrileña de Turismo, se ha mostrado partidaria de poner normas al “alquiler de viviendas a turistas”. Sin embargo, también ha reconocido la dificultad de abordar esta regulación dado que es muy complejo controlar todas las viviendas.
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