Gran primer semestre del año para el sector hotelero en términos económicos. El último Barómetro elaborado por STR y Cushman & Wakefield revela que la ocupación media se ha situado en un 70%. Ello pese a que los precios se encuentran muy por encima de los de 2022 y 2019. (Polémica por las elevadas tarifas hoteleras tras frenarse las reservas)
Entrando en detalles, en el mismo periodo de antes de la pandemia, los establecimientos tenían una tarifa media de 112,8 euros, mientras que en este año ha sido de 135,8€ para, un 20% más. Alberto Grau, uno de los expertos que forman parte del informe, atribuye este incremento, no solo a “la inflación”, sino también a “la consistencia de la demanda".
Marbella vuelve a posicionarse como la localidad más cara, alcanzando los 240,8€ que, aunque es un 3% menor al del año pasado, sigue muy por encima de la media nacional y la cifra de 2019. Le sigue Barcelona que, con 172,6 euros logra una subida del 18,4% hasta junio respecto a 2022, la mayor de toda España. Madrid, por su parte, se hace con el tercer escalón en el pódium con 146€, un 13,2% más que hace un año.
El hecho de que sean los destinos más caros, hace que pierdan terreno en términos de ocupación. Este apartado es liderado por Málaga (81,8%), Valencia (78,3%) y Canarias (76,2%). Barcelona y Madrid caen al cuarto y noveno puesto, respectivamente, aunque mejoran notablemente gracias al regreso del segmento business y el turismo internacional.
Todas estas grandes cifras han provocado que se disparen los ingresos por habitación disponible (RevPAR). Con una media de 95,4 euros, marcan un récord en un primer semestre en el global de toda España y señala una tendencia de plena recuperación del sector.
El regional manager para el sur de Europa de STR, Según César Escribano, asegura que “España está en condiciones de cerrar un ejercicio 2023 excelente porque los indicadores hasta junio anticipan lo que puede ser una muy buena temporada vacacional. La mejora de la ocupación es generalizada y todavía hay algo de margen para seguir creciendo en los próximos meses”.
Bien, ahora somos provincia. En Málaga nos van a odiar.
No creo que en un futuro cercano me vean por un hotel madrileño, por dos razones, se les ha ido tanto la mano que puedo irme de madrugada a Madrid, pasar allí el día y cogerme el bus nocturno de Alsa, y todo lo que me gastaría en pernoctar gastarmelo en cualquier otra cosa y en caso de pernoctar siempre puedo tirar de familiares o amigos, y de Barcelona, dada la masificación que hay, en determinadas zonas de la capital catalana que se han convertido en un parque temático, donde solo hay tiendas para turistas,locales de comida rápida, helados industriales, restaurantes, por llamarles de alguna manera de comida típica, infame, con precios infladísimos que no tienen nada que ver con lo que te sirven, souvenirs y cosas similares y con precios hoteleros que nada tienen que envidiar a los de Nueva York, por las nubes, es difícil. salvo extrema necesidad que me vean a mi y a mi entorno por allí. Que disfruten de los sablazos hoteleros y de la maisificación.