El ministerio de Turismo presentó hace unas semanas los ocho ejes que definirán la futura Estrategia Sostenible España 2030, que son la digitalización; la sostenibilidad social y la medioambiental; la conectividad; la innovación; la captación de talento y los destinos turísticos diferenciados, pese a que algunas decisiones del gobierno apunten en dirección opuesta a facilitar el cumplimiento de estos objetivos.
La marginación del sector turístico de un Perte específico representa la primera dificultad a la que el propio Ejecutivo se ha decidido entre una profunda incomprensión y malestar de los principales líderes y asociaciones, como vienen expresando a Preferente, en el objetivo compartido de los grandes actores turísticos de convertir a España en la cuna mundial de una nueva industria del Turismo sostenible de igual modo que hace décadas lo fue del Turismo vacacional (#perteTURISMO).
Asimismo, las proclamas dentro del propio gobierno alentando la turismofobia, al considerar al sector únicamente como "precario, estacional y de bajo valor añadido", suponen un claro obstáculo para retener talento y despertar simpatía social hacia el motor económico de España.
Respecto al fomento del respeto del modelo de vida tradicional, esta intención choca con el impulso dado desde las autoridades al crecimiento descontrolado de la vivienda vacacional en los cascos históricos de las ciudades, tras el auge de Airbnb.
Sobre la conectividad, el gobierno viene promoviendo impuestos a las aerolíneas a la vez que los planes para concretar la llegada de la alta velocidad ferroviaria hacia la T4 de Barajas sufren un continuo retraso y lentitud que irritan al sector, de igual modo que la estratégica integración de Iberia y Air Europa sigue sin recibir el impulso estatal necesario para acelerarse.
El departamento que dirige Reyes Maroto, en sus ocho claves, había destacado en primer lugar el impulso a la digitalización, "dirigida al ahorro de costes, la economía de datos, la mejora de la promoción y ventas y la competitividad".
En segundo lugar, citaba a la sostenibilidad social, "que incide en el desarrollo de acciones concretas de fomento de la conservación de los entornos naturales, las costumbres y el modelo de vida tradicional local". En tercer lugar, apuntaba a la sostenibilidad ambiental, "que aspira a reducir la huella ecológica del sector". Y en cuarto lugar, se refería que "otro de los grandes ejes de transformación gira alrededor de la mejora de la conectividad, la intermodalidad y la movilidad turística para mejorar la experiencia del visitante a la vez que responde a los retos ambientales".
En quinto lugar, incidía en "la innovación de las experiencias y productos". En sexto lugar, ponía el énfasis en "la captación, formación y retención del talento para potenciar el factor humano como elemento clave de la experiencia turística". Y por último, aludía a "la adecuación de los destinos turísticos diferenciados (destinos maduros, consolidados y emergentes), para planificar y gestionar mejor las diferentes necesidades de cada uno de ellos".
Así, estos ocho ejes de la llamada "Estrategia Sostenible de Turismo 2030 que constituye la hoja de ruta del futuro del modelo turístico de nuestro país" se muestran alejadas del cúmulo de decisiones políticas que a nivel estatal viene demostrando el Gobierno, como vienen denunciando reiteradamente los representantes del sector, como Exceltur, la Mesa del Turismo o la Cehat, así como también sus principales líderes privados.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo