Los gobernantes de izquierda municipales y autonómicos están redoblando su demonización del sector turístico, con una ofensiva de propuestas que abogan por limitar vuelos, cruceristas y rent a cars, a la vez que abogan por implantar nuevas tasas turísticas (El turismo salva a España pese a las insistentes embestidas).
En Baleares, los partidos del gobierno autonómico como el pancatalanista Més ha pedido limitar los vuelos, mientras otras formaciones de izquierda como Podemos también insisten en poner un tope a los coches de alquiler. En Barcelona, el ayuntamiento que lidera Ada Colau hace público su interés en reducir a la mitad la cifra actual de cruceristas.
Respecto a aumentar aún más la carga fiscal al Turismo, el ejecutivo de la Comunidad Valenciana sufre una división interna en torno a implantar una tasa al sector, entre la facción de Compromís que aboga por más impuestos y la del conseller del ramo, el socialista Francesc Colomer que está liderando una resistencia a esta medida contra viento y marea. También el alcalde socialista de Sevilla ha emprendido una cruzada para fijar un nuevo tributo al viajero, a quien se le ha unido el de Granada.
Esta nueva oleada de demonizar al Turismo la justifican sus artífices en la masificación. Los dirigentes políticos que promueven contener al sector omiten las bondades que aporta a la economía y al sostenimiento de los servicios públicos españoles. Además, tampoco se pronuncian sobre la causa real de esta saturación, que es que la oferta ilegal de alojamientos se ha doblado desde hace una década a causa del descontrol de los políticos, temerosos de enfrentarse a los propietarios de viviendas pese a el evidente efecto que el fenómeno de Airbnb ha tenido para encarecer la vivienda y complicar la convivencia en zonas residenciales.
En plena oleada de declaraciones de turismofobia, algunos periódicos más progresistas como Levante en Valencia no dudaban en mostrar su reconocimiento al sector como el principal baluarte de la estabilidad social en España gracias a su aporte sin comparación en la creación de empleo y prosperidad.
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No se trata de turismofobia, se trata de que en Baleares no cabe ni un alfiler más. Las islas son un territorio limitado, finito, ergo, no se puede crecer indefinidamente ¿Tan difícil de entender eso? ¿no es de sentido común? Ah, por cierto, yo de izquierdista no tengo nada. Soy conservador, por tanto, quiero conservar las Baleares y no destrozarlas más.
Tu no vives del turismo verdad?
Razón tienen, turismo si pero con cabeza, hay que limitar los coches de alquiler, cruceros y vuelos. Un rent a car puede vivir con 100 coches alquilados no necesita tener 200. Lo veo bien, no acabar con el turismo pero no cruzar la línea y parece que no hay línea y todo vale.
Para limitar el rent a Car necesitas un sistema de transporte alternativo y en Baleares es una auténtica chapuza.
Por poner un mal ejemplo, en Lanzarote que estuve de vacaciones hace 2 semanas no habían coches de alquiler para todos los días que quise pues tuve que coger el autobús que funciona regular/bajo, si allí se puede en Baleares también. Un saludo.
Uno de los problemas que tiene nuestro país es la TURISMOFOBIA que sufren algunos hacia nuestro primer sector, el que tira del carro de la economía y del empleo, cuanto antes desaparezcan de las instituciones mejor para todos, necesitamos más TURISMOFILIA.
Lo que necesitamos es menos mafiosos como vd.
No tendría que haber ni la mitad. Que se pudran en sus países.
Es gracioso como los partidos en teoría más "patriotas" son los primeros en no velar por el bienestar de la población local y la belleza del país. Es una verdadera vergüenza. Que un ciudadano tenga que irse de su región por el abusivo precio de las viviendas y los servicios con motivo del turismo y la especulación extranjera... Es inédito. O cuanto menos indeseable.